La decisión es un acto
que marca un antes y un después. Abandonar la familia, amigos, trabajo y hogar,
para preservar en muchos casos la integridad física y la dignidad, es un paso
muy difícil y valiente por la determinación individual de superar la adversidad
y buscar una vida mejor, sin ninguna garantía de que salga bien.

Emprenden el camino
solos o con la familia, y lo que encuentran es incomprensión, odio, y a veces, hasta la
muerte. Los países a los que se dirigen, cierran fronteras, levantan muros
reales o burocráticos, crean empresas o mafias que trafican con personas, que
extorsionan y se aprovechan del sufrimiento de los demás, que impiden que los
migrantes consigan su objetivo de conseguir una vida mejor con el esfuerzo de su trabajo.

Las causas no son solamente la pobreza, las
dictaduras o la guerra, también son las catástrofes naturales, la sequía que
provoca el cambio climático, persecuciones políticas a los defensores de la
naturaleza y de los derechos humanos, acoso por orientación sexual e identidad
de género, odio religioso, falta de proyecto de una vida digna…

Y por ello hacemos un llamamiento a los
gobiernos internacionales, nacionales y locales para que se garantice el
derecho:

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

    ·A la integridad física y la dignidad en el camino al país de destino, con cumplimiento
    en todo momento de los derechos humanos en la frontera.

    ·A no morir buscando refugio y una vida mejor, a
    que el trayecto y las vías de entrada sean seguras.

    ·A la protección jurídica y legal, al cierre
    definitivo de los CIES y a las devoluciones en caliente.

    ·A la no discriminación en políticas sociales y
    civiles, como la sanidad universal, educación, atención social, convivencia,
    participación social y política.

    ·A no tener que huir de tu propio país, propiciando
    entre las naciones del mundo políticas
    económicas, fiscales, comerciales y medioambientales que contribuyan a atajar
    la pobreza y la desigualdad.

En este día internacional de las personas
migrantes, reconocemos también la gran aportación que han hecho los y las
inmigrantes a nuestro crecimiento económico y social.

Es nuestra obligación reconocer su trabajo y
esfuerzo, debemos dar visibilidad al hecho de que, con sus cotizaciones e
impuestos, también han mejorado nuestro estado de bienestar.

¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!

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