Voy a exponer brevemente un tema complicado
como es la distribución de la música, los pros y los contras de lo que, desde que
empezaron las descargas en internet allá por el año 1997, ha ido cambiando un
mercado que de siempre ha sido muy complicado, cambios que algunos llamaron la Democratización de
la Música.

Acostumbrados a descargar lo que nos viene en
gana de la red (lo cual es también alucinante para descubrir infinidad de
música) y partiendo de la base de que cada uno tiene su uso y personal manera
de entender la música, voy a dar mi
humilde visión de mi experiencia.

El tiempo dirá si dentro de unos años el
formato físico desaparecerá, vamos a intentar buscar un equilibrio entre las
cosas buenas que ofrecen ambas opciones.

De lo
bueno y lo malo que tienen lo virtual y lo físico, lo digital y lo analógico ya
nos imaginamos, comodidad de búsqueda, espacio, precio (en descargas legales
claro), transporte, calidad del sonido, tener (si la edición es digna) toda la
información del grupo, poseer algo tangible que cuente la historia musical de
tu vida…etc.

Tras el polémico lanzamiento del nuevo disco
de U2 a través iTunes, Bono comenta que “prefieren ser los primeros de una
nueva raza a los últimos de una que se extingue”, pone de ejemplo las mensajes
de todo tipo que se solían escribir en las puertas de los aseos de Dublín que
al parecer hoy están limpias de pecado, apunta que todo eso hoy en día está
en la nube. Pienso en las bicicletas tan de moda hoy en día y que cada vez más
gente elige, ahí está la real “Democratización de la Música”, poder elegir sin
por eso ser ni más, ni menos. “Bono” trabaja con Apple en un formato nuevo con imágenes… parece que
el gigante informático aspira a ser la mayor discográfica del mundo, cuando muchas
han tenido que cerrar o mal viven debido a la piratería.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento


Un reciente estudio ha desvelado que muchas
de las personas que habían comprado discos de vinilo en la mítica tienda
londinense Rough Trade eran jóvenes, algunos de ellos sin tocadiscos, los
compraban como artículo decorativo y coleccionismo.
Los mercados como Japón, Alemania, Inglaterra
o Estados Unidos que tienen un mercado de venta física de discos saneado,garantizan un buen legado de artistas y
grupos que pueden seguir viviendo de lo que les gusta hacer, los nuevos canales
como Spotify, descargas legales… al parecer no dan una vida digna a los
músicos.

Esperemos que las discográficas y los
artistas apuesten por editar discos a un precio y calidad de contenidos que
hagan atractiva la compra de vinilos, buenos ejemplos tenemos en España
Marxophone, Elefant, Mushroom Pillows… (o compactos) acompañadas de sus
descargas legales. Con todo la incondicionalidad hacia un grupo, el paso del tiempo y la economía son realmente los que deciden
si se compra o no.

No hay nada más extinto, efímero y sin alma que lo digital encajando muy bién en las nuevas Sociedades Líquidas. A fecha de hoy sigo sintiendo más
ilusión y me alegra más la vida encontrar, comprar o recibir un disco que llevo
tiempo buscando que descargarlo, ¿nostalgia de disquero o simplemente
en peligro de extinción?

SYMPATHY FOR THE VINYL

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