El
movimiento Greta Thunberg se está extendiendo por España, igual que se han
extendido por toda Europa. Las movilizaciones que está organizando la juventud
española de cara al 15M Climático, demuestran que la ola verde ya es una
realidad en nuestro país. Y con estas movilizaciones de la ‘Juventud por el
Clima’, sacan a la luz una voluntad de cambio que ya lleva tiempo produciéndose
en diferentes ámbitos.
Desde
un tiempo, se han ido extendiendo también las protestas en el mundo rural
contra las macrogranjas y la industria low-cost de la carne. Al rechazar estas
explotaciones, se está rechazando una degradación del clima por los vertidos de
purines, contaminación de las aguas por nitratos y nitritos, grandes insumos de
antibióticos que acaban en las aguas residuales, además de perjudicar nuestra
salud, el medio ambiente, las condiciones de vida en el campo y el bienestar de
los animales.
Además
de estas protestas en el mundo rural, también la ola verde está llegando al
consumo de los/as españoles/as, cada vez más conscientes de lo que comemos para
mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás.
Otro
problema que se presenta en las ciudades es la polución y no queremos a la
gente cada vez más apelotonada y encerrada en las ciudades, pero tampoco
queremos un campo instrumentalizado por la alimentación low-cost que enferma a
las personas y maltrata a los animales.
Porque
la revolución verde es también una revolución ética, no podemos olvidar la cara
más cruel de la ganadería industrial que es el maltrato animal. Hay miles de
animales encerrados en jaulas, considerados máquinas de reproducción, donde
viven encerrados desde el día que nacen hasta el día en el que los matan.
Por
todo lo que comentamos, y por todos los movimientos ciudadanos que se están
llevando a cabo por toda Europa y que están llegando con paso firme a España,
consideramos que el proyecto verde es un proyecto de futuro tanto para las
zonas urbanas como rurales. Queremos avanzar hacia ciudades que garantice la
calidad de vida de todas las personas, ciudades más amables, que apuesten por
una movilidad sostenible y que generen oportunidades de empleo enfocados hacia
los sectores verdes. Pero también luchamos por un campo vivo, donde se apueste
por la agricultura ecológica, nuevas infraestructuras y servicios públicos de
calidad, por la digitalización, por la conservación paisajística y por el
turismo gastronómico.
En definitiva, la ola verde ya está aquí y trae consigo un proyecto de
futuro para todos y todas. ¡No dejemos pasar esta oportunidad!