En
esta campaña se está evidenciando que hay varios modelos para
gestionar el Ayuntamiento y el municipio de Villena. Y, a pesar de
las aparentes diferencias, Partido Popular y Los Verdes coinciden en
los mismos resultados negativos, unos por exceso y los otros por
defecto.

La
alternativa del Partido Socialista aporta, ya sea desde el gobierno o
la oposición, sensatez, ilusión, coherencia, solvencia, trabajo y
eficacia, como ha podido comprobar la ciudadanía. Ya sea en la
gestión de los asuntos cotidianos o en la planificación estratégica
a medio y largo plazo en diversos ámbitos, el PSOE presenta
propuestas válidas y creíbles.

Las
mayorías absolutas del PP con Celia Lledó (2007 a 2011) y de Los
Verdes con Javier Esquembre (2015 a 2019) han sido, por una parte,
decepcionantes y, por otra, nefastas para los villeneros y las
villeneras. Solo hay que comprobar las consecuencias tirando de
hemeroteca. Por ejemplo, en los dos casos y durante sus respectivas
legislaturas, no se aprobaron los Presupuestos en tiempo y forma.

Los
populares lastraron el Ayuntamiento con su división interna, sus
enfrentamientos, sus gastos faraónicos y sus infraestructuras social
y económicamente deficitarias. Los Verdes, con su incapacidad,
inoperancia, improvisación y falta de criterio al afrontar la
administración del día a día.

Ambos,
igualmente, siguen sin aprender de los errores, pretendiendo tomar el
pelo a la ciudadanía, otra vez, con argumentos electoralistas y
demagógicos. Unos apelan a la política del ladrillo, en la que son
prioritarios los edificios sobre las personas y sus necesidades, que
ocupan un lugar residual. Los otros aluden a su honestidad y a sus
buenas intenciones, eludiendo sus responsabilidades ante la ausencia
de gestión, que ha supuesto un detrimento de los servicios públicos.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

El
Partido Popular desempolva sus viejas formas arrogantes, haciendo un
repaso de su voraz hambre constructiva, más propia de una empresa
inmobiliaria que de un partido político. Eso sí, tergiversando y
manipulando la información, pues ocultan que la piscina cubierta y
el parking subterráneo nos están costando un dineral cada año. O
que el Centro de Recepción de Visitantes, el Centro de Mayores y el
Edificio Colache se llevaron a cabo a través de planes de
inversiones públicas provenientes de la Unión Europea y del Estado
gobernado por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

En
esta campaña el PP, emulando a anteriores videos basados en el
espectáculo, vuelve a practicar la política de “fachada”. El
término, al margen de sus recientes escarceos con la extrema
derecha, se refiere a la animación en realidad virtual de un
pabellón polideportivo vacío de contenido y ubicado en un lugar
improcedente desde el punto de vista técnico.

Además,
su candidato a la Alcaldía, Pepe Hernández, promete reducir los
impuestos locales, conforme a los postulados más conservadores y
populistas de la derecha. Mientras, su partido votó en contra los
Presupuestos del Gobierno Sánchez, que contemplaban elevar el techo
de gasto para que las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos
pudieran invertir en la mejora de los servicios públicos, las
políticas sociales y el bienestar de las personas.

Por su
parte, Los Verdes insisten en su política del “postureo”.
Afirman que hay motivos para que continúen en el Gobierno, después
de ocho años, los últimos cuatro en solitario. Y siguen prometiendo
cosas que, en todo este tiempo e incluso con mayoría absoluta, no
han ejecutado por culpa, siempre, de la mala suerte, las otras
administraciones o los funcionarios del Consistorio. Pero nunca han
asumido su dejadez, incapacidad, inoperancia… Un partido así no
puede liderar un Gobierno ni un municipio, ni dar respuestas
satisfactorias a los villeneros y las villeneras. La política no
consiste en estar en todos los “saraos” con una sonrisa, sino en
ser un buen gestor público con soluciones.

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