Allá por 2015, en vísperas de los
comicios electorales, el candidato socialista Fulgencio Cerdán
escribió en redes sociales una metáfora acerca de un director de
orquesta que se llevaba todos los aplausos que correspondían a esos
músicos que hacían sonar los instrumentos, acaparando el mérito,
planteando la posibilidad de que ante ese hecho, podía darse el caso
de que un día al levantar éste la batuta no sonara música alguna.
Aquella publicación terminó siendo
profética y al llegar las elecciones, el director de la orquesta que
en aquel entonces conformaban PSOE, VCD y los Verdes fue quien se
llevó todos los aplausos en forma de votos, logrando la mayoría
absoluta. Y con el tiempo, la segunda parte ha resultado ser más
profética todavía…
Si nos remontamos al 2011, el
equilibrio de fuerzas políticas se situaba ladeando ligeramente a la
derecha, ya que el tripartido formado tuvo que sostenerse en VCD,
partido que venía de una escisión de ex miembros del PP. Cuatro
años más tarde, la sensación de trabajo bien hecho hizo que la
ciudadanía rompiera con sus votos ese equilibro decantándolo por el
lado de la izquierda, otorgando una suma de 14 concejales entre los
partidos de izquierdas y tan solo 7 al PP.
El problema fue el reparto no
proporcional de esos votos en relación a quienes habían pasado 4
años trabajando arduamente por la ciudad. Todo el reconocimiento fue
a parar al partido Verde y a Francisco Javier Esquembre, el director
de esa orquesta, dejando a VCD directamente fuera del consistorio y a
PSOE con un concejal menos, pese a haber sido los partidos que habían
hecho sonar la mayor parte de esos instrumentos que tanto había
gustado a la ciudadanía.
Hoy, casi cuatro años más tarde,
vemos plasmado lo que aquella metáfora dibujaba, que la batuta puede
ser vistosa al agitarse, pero no suena. Y ello lleva a que la ciudad
esté como esté: Servicios municipales que dejan muchísimo que
desear por la falta de control, asociaciones que se ven envueltas en
interminables trabas burocráticas para poder llevar a cabo su
actividad o recibir dinero, múltiples actividades que se han dejado
de hacer o que han perdido brillo, infraestructuras que se echan a
perder o a las que no se les da utilidad…
El partido Verde
ha demostrado no estar a la altura de la confianza que las urnas le
otorgaron y no encadena dos semanas en su circo particular sin que le
crezcan los enanos, si una semana son los clubes deportivos quienes
muestran descontento, otra son los belenistas, si no son los vecinos
a oscuras de algún barro, o lo es el personal del conservatorio…
Y así un frente abierto tras otro y con alguna que otra concejala
cogiéndose la baja como tortuga que se mete en su caparazón como
única respuesta.
Desde la ejecutiva local de partido
socialista instamos al alcalde a que haga un último esfuerzo por la
ciudad durante los meses que le quedan hasta las elecciones, haga que
su equipo realice un trabajo más eficaz y que deje de intentar
vender la moto de que sus concejales trabajan mucho por la ciudad, y
que en su lugar trabajen mejor.
Y es que las elecciones serán en mayo
y quizá muchos ya se verán fuera del ayuntamiento, pero o se
trabaja por la ciudad o la única música que va a sonar hasta
entonces será un Réquiem por Villena…