Noticias como estas deberían de inundar los medios de comunicación. Ni política, ni fútbol, ni toros, ni moros, ni cristianos… Perdón a los ofendidos, aunque creo que estarán muchos de acuerdo. Villena, con su granito de arena, y con la colaboración de muchos de los que estarán leyendo estas líneas, sin olvidarme de Luis García Vañó, incansable, con su carrito, recogiendo tapones y llevándolos al Mercado Municipal. Gracias Luis, tú, aunque modestamente no quieras reconocerlo, estas líneas están dedicadas a ti.
Hay que congratularse cuando un acto benéfico llega a buen puerto. Bien es cierto que hay casos en que la cantidad económica es mucha mas elevada que en otros. Creo que casi todos conocemos el caso de Martina. De, y permitirme esto, nuestra Martina. Durante todo el año, la Junta de la Virgen, con la colaboración de otras instituciones, y de Luis García, optan por la recogida de tapones para un fin solidario. Este año era destinado a la bellísima yeclana Martina. Y el reto se cumplió con creces.
La ciudad de Villena se solidarizó con Martina, entregando, el pasado 2 de diciembre, tres toneladas de tapones a la Fundación SEUR, que es la encargada de canalizar todo este tipo de acción benéfica. Ese día, su presidente, Ramón Mayo, junto a Manolo Muñoz, el edil de Bienestar Social, Jesús Hernández, el primer edil de la ciudad, Francisco Javier Esquembre, y otras instituciones, recogieron los tapones para sumarlos a los aportados por otras poblaciones.
Pues bien, tras unos meses, el trabajo benéfico ha visto sus frutos. La Fundación SEUR entregó hace unos días 8.000 euros a los padres de Martina para financiar las terapias de ésta, que sufre una encefalopatía. Este es un artículo de Jorge García Abadía, periodista del Diario La Verdad de Murcia, que da su visión sobre este fin.
Martina ya conoce la grata sensación de caminar descalza por la arena de la playa de Santa Pola. Los pasitos los tiene que dar con ayuda, pero para sus padres, Bernardo e Inmaculada, son la mejor motivación para seguir luchando contra la encefalopatía que padece desde que el 12 de julio de 2013 sufrió una caída en una piscina. «Para los neurólogos mi hija iba a ser un vegetal», comentaba ayer Inmaculada sin interrumpir sus caricias y mimos a la pequeña. Martina le respondía clavándole la mirada desde su cara de ratoncito. Esa reacción a los estímulos era algo inimaginable para sus padres tras el accidente. «Cuando salió del hospital tenía los sentidos anulados».
También sufría una espasticidad de grado cuatro, la máxima, y la rigidez le causó una luxación de cadera. «Al principio fue brutal», sentencia la madre. «En Murcia no hay una unidad especializada para niños con lesiones cerebrales», lamenta el padre. Pero este matrimonio de Yecla nunca dejó de creer en la recuperación de su hija y constituyó ‘La sonrisa de Martina’, una asociación sin ánimo de lucro para luchar contra las lesiones cerebrales infantiles e informar sobre las posibles terapias alternativas, como las sesiones en un ‘walkbot’, un exoesqueleto robótico para rehabilitar la marcha sobre un tapiz rodante.
«Le ha permitido activar sus piernas y dar sus primeros pasos». En los últimos tres años, la pareja ha sido capaz hasta de desplazarse al Boston Children’s Hospital para recabar información. Su tesón fue recompensado ayer por la Fundación SEUR, con la entrega de un cheque de 8.000 euros. «Este dinero nos permitirá darle un empujón más fuerte a sus terapias», destaca la madre. Todas las semanas se desplazan a Alcoy para que el fisioterapeuta trate a la niña, la llevan al logopeda, trabajan su tono muscular con un traje ‘therasuit’…
«Sus cinco sentidos han ido evolucionando: la vista, el oído, cada vez come mejor, controla el tronco… El avance es importante», expone la pareja. «Todavía queda mucho trabajo. Necesitamos ayudas como esta para ver que nuestra hija evoluciona, de lo contrario te mueres de la pena».
La dependencia tardó dos años
Cada mes afrontan de 1.500 a 2.000 euros solo en gastos de rehabilitación de la pequeña, de 4 años, y en casa son cinco miembros y las ayudas públicas han brillado por su ausencia. «A mi hija la evaluaron hace dos años y la dependencia se la han concedido ahora», señala el padre. El Instituto Murciano de Acción Social les abonará 387 euros al mes, pero «no cobramos nada con carácter retroactivo». El matrimonio busca financiación con iniciativas como la venta de camisetas y papeletas, diversos eventos y se han sumado al ‘Teaming’, basado en microdonaciones ‘online’ de un euro al mes (lasonrisademartina.org).
Una de sus últimas iniciativas fue dirigirse a la Fundación SEUR. Su hija se ha convertido en el séptimo menor de la Región que se beneficia de ‘Tapones para una nueva vida’. La fundación puso en marcha esta iniciativa en 2011, con un niño de Bilbao, y desde entonces ha ayudado a 115 menores de todo el país, repartiendo 855.881 euros, de los que 66.895 euros han venido a la Región.
El colaborador de la Fundación SEUR Ángel Ruiz resalta que la idea «es atender tratamientos que no costea ninguna institución». Además, «estamos ahorrando muchas emisiones al medio ambiente». En concreto, se han evitado 5.694 toneladas de dióxido de carbono recogiendo 3.796 toneladas de tapones, que permitirían llenar 116 campos de fútbol.
Las últimas 40 toneladas han sido recogidas para la causa de Martina.