Unionpol es el nombre de una nueva asociación de Policías Locales de la Comunitat Valenciana, que cuenta con más de 600 agentes, y que nace con el objetivo de «dignificar» la profesión y reclamar una regulación específica de sus puestos de trabajo ya que la situación laboral de estos efectivos en un gran número de municipios de la autonomía es «mucho más precaria de lo que la población percibe».
«Sin una regulación específica, los policías de según qué poblaciones realizan trabajos que poco o nada tienen que ver con su trabajo», ha apuntado la nueva asociación en un comunicado, en el que lamenta que con condiciones laborales en muchos casos «insuficientes», los agentes de un gran número de ayuntamientos «apenas disponen de equipamiento, dotaciones materiales o uniformidad en óptimas condiciones para su trabajo diario».
Además, asegura que en muchos casos realizan trabajos que no son «específicos» de su puesto ni están regulados los pluses de peligrosidad, algo que sucede con la Policía Local de Villena, por poner un ejemplo. Paralelamente, «lo mismo ocurre con los salarios de cada municipio en los que, al no existir una regulación específica, varía notablemente en cuanto a sus emolumentos encontrando diferencias salariales de más de 10.000 euros brutos anuales, ejerciendo el mismo trabajo y en peores condiciones laborales», ha reclamado Unionpol, que subraya que un agente en localidades como Pobla de Farnals, Enguera, Sax o Beneixama tiene un salario neto de 1.060 euros.
En función de la población atendida, las policías locales «han perdido más efectivos que Policía Nacional y Guardia Civil» y «son el único cuerpo que mantiene las patrullas unipersonales, que en muchos casos no tienen ni arma de fuego ni otro medio de defensa», denuncia la asociación, entre las «muchas carencias» que tienen respecto al resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.