Hoy es un día especial, todas y todos lo sabemos. Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Y me pregunto, ¿hay alguna que no trabaje? jejeje.

Leía hace un rato varios datos, como que a día de hoy, solo el 3% de mujeres ocupa un puesto de dirección en empresas y que si ese porcentaje se viera incrementado, hablaríamos de un 12% más de beneficio para las compañías donde se implantara la igualdad.

Los datos a mi parecer son escasos, y reveladores de mucha más información de la que parecen desprender. Y es que en una era en la que todo avanza, como es el caso de la tecnología, la ciencia y algunos otros grandes temas de la sociedad, vemos como el tema de la igualdad queda totalmente paralizado, y es que la igualdad solo es noticia el día 8 de marzo, el resto del año, parece que desaparece como por arte de magia.

«Queda mucho por hacer», esa es la frase que más escucho cuando hablo de igualdad con otras mujeres, y con otros hombres también. ¡Y tanto que queda! Es más, creo que estamos en un momento algo «catastrófico», por definirlo de algún modo. Ya que a mi parecer, todos estamos perdiendo un poco el norte a la hora de luchar por algo, y es que eso que llaman ahora finamente «discriminación positiva» (Se dice que está basada en la lucha en contra de lo que nos ha discriminado anteriormente a nosotros) trae consigo consecuencias contrarias a las que se van buscando, y prueba de ello es la crispación constante entre personas que opinan de distinta manera.

Mis padres me inculcaron que en la diversidad está el enriquecimiento, que dos personas pueden opinar distinto sin tener que llegar al odio por ello. Pero en estos tiempos que corren, y en la sociedad actual, parece que debes posicionarte o en el blanco o en el negro, y hemos olvidado enseñarles a las nuevas generaciones que hay muchísimos matices de grises hasta alcanzar un lado u otro.

Vemos constantemente como mujeres que llegan a puestos de responsabilidad por sus logros y méritos, son juzgadas por el resto y solamente por envidia, es más, somos las mujeres las que más burradas soltamos por nuestras bocas cuando eso pasa. Creo que nosotras en ese caso estamos perdiendo una batalla a la igualdad.

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Vemos como un matrimonio acaba de tener a su bebe y es ella la que debe quedarse en casa para cuidar al hijo de ambos, y es que aunque legalmente la madre puede decidir que el padre sea quien se acoja a la maternidad (menos 6 semanas obligatorias para la madre, por la recuperación del parto) no está permitido o bien visto socialmente tomar esa decisión… «Que mala madre, dejar a un bebe tan pequeño con su padre y ponerse a trabajar, en vez de disfrutar de él». Eso seguimos siendo nosotras mismas quien lo criticamos de otras, otra batalla perdida a la igualdad.

Y así podríamos tirarnos la mañana relatando historias, ya que de estas… 1000.

En un día, en el que celebramos la igualdad me encantaría poder decir que todos somos iguales en todo, pero como he dicho, estamos en un momento catastrófico. Cada vez hay más violencia y desgraciadamente no solo de género, sino que también encontramos otro tipo de violencias, entre amigos, en las aulas en la calle… Y creo que la sociedad no afronta bien este tipo de problemas, pero es que en los medios de comunicación y sobre todo en las administraciones tampoco se tratan como se debería.

Hoy Día Internacional de la Mujer Trabajadora, como mujer, quiero felicitar y apoyar a todas y todos los que luchan diariamente por una sociedad igualitaria, más responsable, amable, y sin prejuicios.

Y quiero animar para que se apunte cada vez más gente a esta filosofía de vida, donde nuestras nuevas generaciones nos miren como bichos raros, al hablar sobre que «una vez, tuvimos que luchar por la igualdad»

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