No es la primera ver, y desgraciadamente no será la última. La picaresca está a la orden del día, y hasta la redacción de KANFALIA han llegado varias quejas de personas octogenarias que han vivido en sus carnes una estafa en toda regla, agravado con amenazas y tratando de cobrar hasta 1.000 euros por facturas que estos extorsionadores les solicitan cuando no es verdad.
Actúan con mucha violencia, sobre todo verbal, y las personas mayores son sus principales víctimas. KANFALIA ha sabido de tres casos en la ciudad de Villena. No siguen un recorrido estipulado, ya que suelen cambiar de zona para, de esta manera, pasar desapercibidos de cara a la Policía Local y Guardia Civil que ya han sido avisados de esta estafa.
Es muy probable que actúen en localidades cercanas a Villena, por lo que si se presenta en casa de algún vecino o son abordados en la calle o en algún zaguán, que traten por todos los medios de que no entren en sus viviendas. Uno de ellos mide 180 centímetros y viste un mono de camisa y pantalón azul, mientras que el otro hace las funciones de inspector, con americana y pantalón de vestir.
Con la excusa de leer el contador o el no haber realizado el cambio de contador, amenazan con cortar la luz al instante si no abonan cantidades que oscilan entre los 800 y los 1.000 euros. Utilizan una manera de hablar muy agresiva, intimidante, y alzando la voz: «Si no me pagas, automáticamente te cortamos la luz». «No podemos permitir que los contadores de luz no se hayan cambiado todavía».
Se aprovechan de personas, sobre todo octogenarias, y de su debilidad y desinformación para tratar de sacarles dinero de manera abusiva, amenazante y con muy malos modales. Tanto la Policía Local, como la Guardia Civil ya están puestas de sobre aviso. Los primeros, incluso, han dado batidas para tratar de localizar a estos maleantes que se aprovechan de personas mayores para extorsionarles.
Si alguien se ve envuelto en este problema, que no le abra la puerta de su domicilio a nadie que coincida con las características de estos dos falsos operadores eléctricos, y si ya están dentro, que traten de ponerse en contacto con las fuerzas del orden público para que traten de detenerlos.
