Bernardo Tomás Marruenda, conocido popularmente en Villena como ‘El Sevilla», y taxista de profesión, se encuentra en estos momentos en Ecuador, más concretamente en la localidad de Quevedo, ciudad de unos 150.000 habitantes y que está a unas dos horas y media de la zona devastada el pasado sábado por un seísmo de gran magnitud: Podenales, Manta y Portoviejo.
Si ayer fue Jorge Villacrés, secretario de la Asociación Ecuatoriana e Hispanoamericana Simón Bolívar, el que narraba los horrores de este terremoto que tuvo graves consecuencias para la zona norte marítima del país, Ágora Habla ha tratado de ponerse en contacto con Bernardo Tomás Marruenda, aunque en estos momentos, la cobertura telefónica está caída desde el pasado fin de semana, y fue imposible.
‘El Sevilla’ está de vacaciones de Quevedo, junto a su compañera sentimental, Mari Sol, una ecuatoriana que, al igual que Bernardo, vive en Villena, aunque aprovecharon estos días para visitar a la familia de ésta. Tras toda la mañana y la tarde de hoy tratando de ponernos en contacto con ambos, Bernardo sí que tuvo tiempo en la madrugada del miércoles al jueves de explicar en su perfil de Facebook, por lo que había pasado, tanto él como la familia de su pareja.
«Me
encuentro en Ecuador de vacaciones, y no podría redactar los hechos
hasta la fecha ocurridos. El peor de todos fue el pasado sábado día
16. Nos encontrábamos en una vivienda de tres pisos. Estábamos en
la primera planta, cuando de repente sentimos que temblaba la
vivienda y seguido se movía como un flan sin poder mover las piernas
para poder caminar ya que perdimos el equilibrio y comprendí que lo
mejor era salir a la calle», relata Bernardo en su perfil de esta conocida red social.
Continua narrando los hechos: «Una
vez presenciado el terror y el horror que se vivía, al ver como nos
balanceábamos y a la vez los edificios, pensé que lo mejor era
salir de las zonas más altas edificadas. Pedí las llaves del coche
de mi cuñada y salimos a otra zona más segura. Una vez ya calmados,
nos trasladamos a otra población donde estamos residiendo en casa de
mi cuñada. Tengo que decir que en la misma noche, sobre las 02.30
horas de la madrugada se repitió el seísmo, pero de menor
intensidad, y fue muy pocos segundos».
«Sobre
las seis de la madrugada se volvió a repetir otro temblor muy suave.
Imaginaros que noche mas larga y horrenda pasamos. Pero también digo
que lo nuestro no fue nada, porque en los hechos acontecidos, los
edificios se venían abajo junto con las personas que no pudieron
salir», apunta ‘El Sevilla’ desde Ecuador.
El problema es que la tierra no deja de temblar, a pesar de haber pasado prácticamente una semana del seísmo de mayor magnitud: «Podría
decir que toda la costa del país está muy afectada. En la fecha que
nos encontramos, todavía se han pronunciado tres terremotos más,
aunque sin importancia, teniendo en cuenta que el primero fue de una
magnitud de 7.8 y eso es muy fuerte. Para mí, Ecuador ha tenido una
gran suerte, a pesar de los hechos ocurridos».
El apoyo internacional está comenzando a llegar a Ecuador, y así lo relata Bernardo: «Ecuador
necesita mucha solidaridad y España de inmediato se presentó
mandando dos aviones repletos de suministros de primera necesidad,
con personas cualificadas, e incluso con perros detectores para
buscar personas entre los escombros. Este relato es cierto y vivido
en primera persona».
Para concluir, ‘El Sevilla’ quiere tranquilizar a todos su amigos y familiares, ya que, afortunadamente, no les ha sucedido nada, a pesar de las víctimas y las personas heridas y las que se han quedado sin nada: «Todavía
podría hacer más comentarios, pero no quisiera alarmar más a la
familia que tengo en Villena, por conocer casos muy fuertes que jamás
podre olvidar, y no le desearía a ningún ser humano que pasara por
estas circunstancias. Me
gustaría agradecer a mi familia y a mis amistades, ya que se han
preocupado mucho desde el pasado sábado».