Consternación en Villena por el fallecimiento ayer de M.H.G, empresario de unos 50 años, en el accidente que costó la vida a otro varón de Gandía cerca del aeródromo de Mutxamel, cuando la avioneta que pilotaba el primero tras chocar contra un tendido eléctrico y, posteriormente, caer al suelo.
El hecho sucedió sobre las 11.00 de la mañana, cuando el ultraligero, que había salido de Alcocer de Planes, se precipitó sobre la carretera que da acceso al aeródromo y un hotel abandonado, en dirección a la urbanización Valle del Sol. M.H.G y J.M.R, ambos conocidos empresarios de Villena y Gandía, respectivamente, perecieron en el accidente. Aunque las causas del accidente todavía están bajo investigación, los bomberos creen que el piloto perdió el control de la avioneta después de chocar contra el tendido eléctrico que hay cerca de la pista de aterrizaje del aeroclub.
El aparato ligero había despegado poco antes de Alcocer de Planes, según el centro de Coordinación de Emergencias (CCE), que en un primer momento informaba en su cuenta de Twitter de que los dos ocupantes de la avioneta siniestrada habían resultado heridos, aunque poco después confirmaba el fatal desenlace del accidente.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó un helicóptero del Consorcio Bomberos Alicante y dotaciones de la Policía Local de Mutxamel y de la Guardia Civil, así como una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) cuyos efectivos sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida de las víctimas, ya que fallecieron prácticamente en el acto tras las graves heridas que sufrieron como consecuencia del violento impacto del ultraligero contra el suelo.
El Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante baraja la hipótesis de que la avioneta chocó contra el tendido eléctrico cuando ya se disponía a aterrizar en el aeródromo de Mutxamel y acabó estrellándose en una zona rural situada en las proximidades junto a la carretera en dirección a la urbanización Valle del Sol, según fuentes de este cuerpo.
De confirmarse la causa del accidente, este no sería el primero que se produce en circunstancias similares junto al aeroclub. En 2013, un británico de 72 años que viajaba solo perdió el control de su aeronave tras tocar con las ruedas en el tendido eléctrico, aunque tuvo tiempo para realizar un aterrizaje de emergencia con el que salvó su vida (solo sufrió una fractura costal) en un camino a unos cien metros de varias viviendas de la urbanización El Volaor.