El pasado diez de enero,
reunido el jurado compuesto por Janie Maciá Valero, Carmen Castaño
Albiñana y Pablo Maestre Jover y actuando como secretario José
Iborra García, se fallaron los premio de pintura de montaña,
convocados por el Grupo Cuentamontes en su edición 2018.
El premio, que lleva el
nombre del recordado pintor eldense Miguel Ángel Esteve, recayó en
el artista valenciano, actualmente resiente en Marines, un pequeño
pueblo de 1828 habitantes situado en la montañosa comarca del Turia,
Gonzalo Romero Navarro (1977) pintor figurativo cuyas obras, al igual
que la ganadora que lleva por título “Punto intermedio” se basan
en la relación entre el hombre y el modo de vida consumista en el
que está inmerso, en este caso también la montaña. Su pintura
gusta de mezclar varias técnicas, ya sea acrílico, oleo o collage,
buscando reflejar en sus escenas, la actividad que envuelve cada
momento. En “Punto intermedio” además de la depurada técnica
con la que refleja la figura humana, ha sabido captar la esencia del
momento, incluida la fría lluvia, casi nevisca que envuelve el
momento del relevo de una cordada de alpinistas en la montaña.
Por su parte, el pintor
eldense Pedro Verdú Rico, natural de Elda, se alzó con el Premio
Cuentamontes con su obra “Nevada montaña”, una acuarela que
sorprende desde la aparente simplicidad de su composición, por la
maestría en el uso de los tonos en blanco, un cuadro en el que el
jurado tampoco tuvo dudas desde el principio.
La sorpresa añadida de
ser un paisano de este valle y especialmente el saber luego que
conocía a Miguel Ángel Esteve con quien coincidió participando en
la quinta edición de Acuarte, organizada por el recordado pintor en
2014, viene a significar una gran alegría y también el deseo que
tantas veces hemos comentado y que este año hemos querido reflejar
en el título de la exposición que reunirá las 24 obras finalistas
bajo el título: Haciendo camino.