Nos hacemos eco de una denuncia de una lectora de ÁGORA HABLA. Se llama Natalia, y cuenta como tuvo que sortear residuos y otros elementos depositados de manera ilegal, como si de un vertedero se tratar. Así lo define:
«Ayer salí a pasear por los campos y me encontré este basurero que está
detrás de la gasolinera Repsol, la que se encuentra en la autovía en dirección a Alicante. Cogí el camino que está pasando el CEIP Ruperto Chapí, y al llegar al camino me encuentro con un montón de basura, a unos
20 metros del colegio (la foto donde está la señal del Stop).
Hay basura al lado de la valla del colegio (por fuera, da al
camino). Seguí andando y vi gente trabajando en los campos, recogiendo la
cosecha. Mi cara era un poema cuando vi el basurero. Una cosa
exagerada. Escombros, sofás, sillones, plásticos, latas de aceite, botes de
pintura, spray, colchones, zapatos, ropa, sanitarios…
Enfrente de este basurero hay verduras plantadas, casas de campo y se ve
todo bonito. Pero en las canales de agua hay de todo. Volvemos a
lo mismo: botellas de plástico, latas, zapatos. Me encontré con una señal
en la cual pone que está prohibido tirar escombros y la multa es de ¡25.000 pesetas!
Señoras y señores responsables del Ayuntamiento, esto es lamentable. Estoy indignada de cómo la gente es capaz de destrozar el medio ambiente
de esta manera. Hay contenedores por la ciudad para reciclar, si se
beben una lata de refrescos hay que guardarla y tirarla en su contenedor
correspondiente, no en medio del campo. Vi hasta una maleta en medio del campo.
Salgo a pasear todos los días por otras zonas y están igual que esta».