El Comité de Competición ha suspendido con 12 y 8 partidos a dos delegados del club de fútbol Tómbola AC ‘A’ de Alicante por menosprecio por razón de sexo y por dirigirse «con violencia leve» hacia una colegiada. Además, se les han impuesto sanciones de 300 y 220 euros. Entre otros comentarios, uno de ellos le dijo «vete a fregar» o «mujer tenías que ser».
Según el acta del encuentro, un delegado fue expulsado en el minuto 60 por dirigirse a ella afirmando: «No sé qué coño haces aquí; no deberías estar aquí, no me vas a decir a mí lo que tengo que hacer; me voy si me da la gana». Asimismo, le espetó: «No deberías estar pitando» y «no tienes ni puta idea de lo que haces».
Por su parte, en el acta, la colegiado relata que el segundo delegado «durante todo el partido» se dirigió a ella «con insultos vejatorios como ‘vete a fregar’, ‘pero quieres correr, que seguro que para ir a cobrar vas corriendo».
Además, la árbitro explicó que le dijo: «Lo único que haces es tocarte el coño»; «mujer tenías que ser»; «este árbitro no tiene ni puta idea» o «el problema es que los árbitros solo tienen que pasar un examen cada equis tiempo y ya está, luego nos traen aquí a cada matado».
El encuentro se disputó el pasado sábado día 14 de enero y enfrentaba al alevín del Tómbola con el Racing Akra de Alicante ‘B’.
Edades de protección
El Comité emite un «especial reproche» hacia las conductas que mostraron «por el cargo desempeñado por ambos» y por tratarse de un partido de categoría alevín de primer año. «Jugadores comprendidos entre unas edades que merecen singular protección», subraya en su escrito el Comité de Competición alicantino.
En la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Comité expone, además, que el club no ha practicado ni aportado en el proceso ninguna prueba de descargo.
En concreto, uno de los delegados está suspendido con 12 partidos de licencia federativa y una multa de 300 euros de multa accesoria al club por menosprecios por razón de sexo. Su compañero ha sido sancionado con 8 partidos de suspensión y 220 euros por menospreciar de forma notoria a la árbitra y por «producirse con violencia leve» al dirigirse a la colegiada levantando los brazos «amenazante como si fuese a dar un puñetazo a algo».