Ayer pudimos observar, como en el centro de mayores, otra vez la maquinaria publicitaria del equipo de gobierno verde realizaba el balance sobre su primera etapa de gobierno. Otro ejercicio más de demagogia, otra operación populista de maquillaje político.
Una práctica, la del bombo y platillo, que va más allá del mero hecho de presentar hipotéticos proyectos para su resolución o embriones que tienen que ver la luz. Una maniobra demagógica, donde el talante de su mayoría, no les permite asumir ni responsabilidades ni errores en su gestión. Todo está bien, y cuando algo falla, se echan balones fuera acusando a “otros” de su nefasta gestión, aplicando así la táctica del avestruz.
Ya no es suficiente con cumplir el expediente, ya no funciona pasar de puntillas por temas importantes de esta ciudad. No es legítimo, ni ético, gobernar haciendo oposición a la oposición. Ahora son ellos los que gobiernan en solitario, para una ciudadanía, que como siempre es exigente con sus gobernantes. Pensamos que no son momentos de excusas, sino de arremangarse y ponerse a trabajar por Villena, de aportar soluciones para dejar de ser parte del problema.
Pero observamos, en esta estrategia del viaje a ninguna parte, como se generan contrariedades a modo de cortinas de humo que no dejan analizar seriamente los principales problemas de esta ciudad. Políticas populistas, animalistas y paternalistas, que evitan ver las verdaderas dificultades de esta ciudad, las basuras y la limpieza diaria, el ferrocarril, la gestión de los recursos hídricos, la falta de suelo industrial, el lamentable estado de nuestros parques y jardines, etc.
Todo ello aderezado y haciendo baluarte de unas ayudas EDUSI que, en el fondo, son las herederas del plan REVITA. Un plan este, que en su momento, fue visto con recelo y criticado en su aplicación, precisamente por quienes ahora dicen que nos ha tocado la lotería.
Unas ayudas otorgadas por la unión europea, esa que ha sido denostada pleno tras pleno en este ayuntamiento por su bandera y las políticas humanitarias. Unos problemas globales que lamentablemente siguen sin resolución, pero que curiosamente y como buen gobierno populista, solamente vienen al pleno vísperas de campañas electorales.
Unas ayudas EDUSI que han permitido encontrar la excusa para saltarse a la “torera” el tan criticado techo de gasto. Un procedimiento promovido por el gobierno de España, que ha servido para pagar a proveedores y recuperar las maltrechas arcas municipales.
Una excusa perfecta para poder dedicar ciertas inversiones, que llaman “sostenibles”, que probablemente sean capaces de bloquear la tesorería de este ayuntamiento, para dinamizar exclusivamente algunos barrios de nuestra ciudad.
Para terminar hay una frase atribuida a John F. Kennedy que dice, “se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”. Afortunadamente Villena parece cada vez menos anestesiada, va despertando lentamente y se da cuenta de cuales son las verdaderas realidades y prioridades de quienes nos gobiernan.