Los trabajadores de la empresa Limpiezas Raspeig que trabajan en los institutos de Villena Las Fuentes, Hermanos Amorós y Navarro Santa Fe, y de Sax, Instituto Pascual Carrion y la Escuela Infantil, se concentrarán el próximo lunes día 10 de noviembre a partir de las 11.00 horas en la Plaza de Santiago, en señal de protesta ante los impagos de la empresa.

Es más, desde ayer, los y las trabajadores que se encargaban de la limpieza en los Juzgados de Valencia han iniciado una huelga indefinida. El motivo es la dramática situación que está provocando el continuado impago de salarios, que ya se prolonga varios meses, tanto en la provincia de Valencia, como en la de Alicante, donde además de la capital, hay empleados en localidades como Alcoy, Cocentaina, Muro, Ibi, Castalla y Onil, además de Sax y Villena.

El impago de salarios, una media de 500 euros por trabajadora, afecta a diferentes centros de trabajo repartidos en diferentes administraciones públicas en el País Valenciano. CCOO califica de vergonzoso que la plantilla esté luchando para cobrar por su trabajo y considera lamentable que la empresa se financie a costa de su salario. Un sector que ha visto menguar su poder adquisitivo, puesto que en cinco años solo ha subido el salario un 0,75%.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

En estos momentos, añade CCOO, la empresa adeuda a parte de la plantilla dos mensualidades, la paga extraordinaria de verano e incluso las liquidaciones de contratos fijos discontinuos que finalizaron el 30 de junio.

El sindicato exige a la empresa que pague lo adeudado y a la Administración (Conselleria de Justicia, de Educación y Ministerio de Defensa) que obligue a cumplir el pliego de condiciones de la adjudicación del servicio. El incumplimiento de los mismos supone rescindir el contrato con esta empresa de limpieza. CCOO no entiende a qué espera la Administración para asumir su responsabilidad, dada la situación por la que están atravesando las trabajadoras.

La empresa no está cubriendo las bajas de los trabajadores como corresponde, lo que supone una sobrecarga de trabajo para el resto de empleados, y algunos de ellos se sienten «explotados».

Promedio 0 / 5. Votos: 0