El rugby es más que un deporte. Llámalo droga, llámalo estilo de vida o principios para una existencia plena, poniéndonos en plan filosófico.
¿Que aporta el Rugby a cada persona?
Son múltiples aspectos, desde el valor del esfuerzo a la superación de cada obstáculo, pasando por el compañerismo, disciplina, sacrificio, etc. Todo esto se extrapola fuera del deporte, en la forma de ser de cada rugbier.
Y en cuanto a los niños, ¿que les puede enseñar?
A nosotros nos gusta verlo como que el Rugby y la familia del Rugby acompañamos a los chavales/as en el camino de su vida, ellos andan, nosotros apoyamos, como en un partido, tú caerás y nosotros limpiaremos el camino para que vuelvas a levantarte.
¿Te haces daño jugando al Rugby?
Sí, mucho, sobre todo cuando por cualquier circunstancia no puedes jugar, es lo que más duele. Lo que ocurre en el terreno de juego solo son golpes propios de un deporte de contacto, asumibles por cualquiera, tal vez adictivos.
Entonces, ¿Cualquiera puede jugar al rugby o hay que ser grande y fuerte?
Si solo fuésemos bestias pardas el equipo que tuviese uno que corriese mucho ganaría siempre, por lo que todas las características y fisonomías son válidas en el Rugby. Con entrenamiento hemos llegado a ver cómo un niño de 10-11 años placa a un jugador senior de 110 kilos. Se entrena la técnica y la seguridad propia.
¿Que le diríais a la gente para que pruebe el Rugby antes que otros deportes?
Ven y vivirás la extraña experiencia de tomarte un refresco con el árbitro que te pito falta y creías injusta, así como con el rival que te hizo un placaje que te dejo sin aire unos minutos, todo ello entre risas, cachondeo y canciones, solo disponible en el Rugby.
Pero el Rugby tiene que tener algo malo también ¿que sería?
La frustración de haberlo dado todo y haberte quedado a las puertas porque el rival es mejor, la impotencia de no poder jugar por lesión o la angustia de ver pelear a tus hermanos y compañeros contra un equipo mejor preparado. La lectura siempre es la misma: Me levanto, me esfuerzo y sigo mejorando, como en el escondite, «por mi y por todos mis compañeros» Espíritu Rugbier puro y duro.