En los últimos años gracias a internet hemos leído pequeños relatos de terror, pequeñas historias que no sabemos si son ciertas o no, pero que nos ponen la piel de gallina al leerlas. Hoy tenemos la historia de «The rake (El rastrillo)» que atemorizó a toda Norteamérica. Hubieron casos que nunca se supo con certeza que pudo suceder.
La palabra «creepypasta» viene a ser «copiar y pegar» mezclada con «creepy» que quiere decir «horroroso, horripilante»
«The Rake» conocido en español como «El rastrillo». Su
origen es desconocido y la información que comparten las personas que
han tenido la desgracia de verlo es muy escasa, y con mucha frecuencia
desaparece de foros de opinión y consulta. Es como si tuvieran miedo de que él pudiera descubrirles.
Los que lo han visto lo describen
como una criatura de aspecto encorvado con los brazos mucho más largos
de lo normal y en la punta de sus dedos unas garras tremendamente
afiladas. Su cuerpo desnudo y malformado parece atrofiado y adquiere
posturas más propias de un animal de cuatro patas que de un humanoide.
Quienes lo han visto dicen que por su forma de moverse parecería que ha
sufrido algún tipo de accidente que le hubiera roto todos los huesos. Sus ojos
rojos brillan en la oscuridad y desde las sombras se dedica a espiar a
los que duermen… ¿Pero cual es el peligro real de encontrarse con «El
Rastrillo»?
Durante el verano del 2003 esta criatura llamó la
atención de los medios estadounidenses cuando una oleada de muertes se
desencadenó con un patrón común. Todos parecían haber visto a una
extraña criatura que les atormentaba en sueños y que les vigilaba
mientras dormían…
El rastrillo acostumbra a situarse a los pies
de la cama y las primeras veces se mantiene oculto. Muchas de sus
víctimas se despiertan con la sensación de ser observadas o sintiendo
una presencia, pero la retorcida criatura se mantiene oculta y como
mucho podrás escuchar como sus afiladas garras arañan los pies de la
cama, marcas que podrás encontrar en la madera y que demuestran que la
presencia que sentiste la noche anterior era tal real como el miedo que
te provocó.
Posteriormente comenzará a dejarse ver, en principio
sentirás una sombra moverse en la oscuridad o verás una de sus garras
asomando a los pies de la cama, aquí es donde debes empezar a tenerle
miedo de verdad, porque la próxima vez que te despiertes de noche estará
esperándote a los pies de tu cama y podrás ver por primera vez sus ojos
brillando en la oscuridad. Unos ojos tan malvados y profundos que no
los podrás olvidar jamás. Cada vez que cierres tus ojos los verás de
nuevo y el miedo te invadirá de tal forma que nunca más podrás dormir
con tranquilidad. «El Rastrillo» desaparecerá de nuevo pero una vez
realizada “su presentación” volverá cada noche a visitarte, pero esta
vez no lo hará “tímidamente”. Se colocará a escasos centímetros de tu
cara mientras duermes, y aunque no abras los ojos cuando sientas su
presencia, él esperará durante minutos o incluso horas mientras llega a
ti el olor de su pútrido aliento y el sonido de su entrecortada
respiración, como si estuviera enfermo o tuviera un problema
respiratorio.
Si eres lo suficientemente valiente, o loco, como
para abrir los ojos, «El Rastrillo» se presentará, te dirá su nombre con
una voz chirriante y chillona que te pondrá los pelos de punta y después
saldrá de la habitación.
Llegado a este punto la mayoría de las
personas huyen de su casa y se van a vivir lo más lejos posible para que
«El Rastrillo» no pueda encontrarles, es por esto que muchos borran todo
rastro o consulta que pudieran dejar en la red, pues es conocido que es
capaz de buscarte allá donde estés. Los pocos que no lo hicieron
desaparecieron de forma misteriosa y sólo un reguero de su sangre y unas
brutales marcas de arañazos en la cama y en el suelo quedan como
testimonio de la brutal forma en la que fueron destripados por las
garras de El Rastrillo.
¿Alguna vez has sentido una presencia a los pies de tu cama mientras dormías? ¿Has visto una sombra moverse en la oscuridad?
Si es así te recomiendo que te cubras la cabeza con las sábanas y por
nada del mundo abras los ojos, porque si lo haces «El Rastrillo» podría
dejarse ver.