La Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos han puesto en marcha una plataforma con tecnología de Microsoft para ayudar a los niños con alteraciones neurológicas y mejorar su rehabilitación a través de varios juegos.
El proyecto Sonríe emplea uno de los sensores diseñados por la multinacional de Bill Gates, utilizada para jugar a la Xbox 360, y que permite manejar videoconsolas sin necesidad de mandos.
A través de una interfaz natural, el sensor reconoce gestos, comandos de voz, el cuerpo humano y puntos faciales para facilitar la jugabilidad en Xbox 360.
Los gestos faciales que detecta son subida de cejas, soplidos, besos y sonrisas y pretende explorar y trabajar los músculos encargados de cada uno de los gestos señalados, para mejorar los movimientos faciales. La repetición de este ejercicio hace que se produzcan aprendizajes y nuevos esquemas cerebrales de movimiento.
Recuperación con videojuegos
Gracias este sensor, Sonrie permite una mejora terapéutica en los movimientos del rostro y expresión facial de los niños con parálisis cerebral. «El juego es la herramienta que utiliza el niño desde su nacimiento, tanto para divertirse como para aprender, y jugar facilita su correcto desarrollo físico y neurológico», señalan las investigadores españolas.
La medicina y los tratamientos de rehabilitación están utilizando cada vez más las nuevas tecnologías porque ofrece a los pacientes soluciones más atractivas, sobre todo en el caso de los niños, mediante juegos intuitivos, estimulantes y terapéuticos.