Aprovechando la visita a la cárcel de Villena del nuevo Secretario General de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, una representación sindical se ha manifestado en los accesos al Centro Penitenciario Alicante II para exigir una negociación real e inciden en la falta flagrante de plantilla en el psiquiátrico de Alicante, con un 26% de déficit, y un 10% en Villena sobre los efectivos que consideran indispensables por centros la administración.
«Entrando en la materia, el Secretario General responde a nuestras demandas manifestando, con sus propias palabras, que comparte nuestras reivindicaciones que considera justas y legítimas», apuntan desde los sindicatos. Ángel Luis Ortiz ha visitado la cárcel de Villena para mantener un cónclave con los directores de los centros penitenciarios de la Comunidad Valenciana y Murcia.
La Administración se compromete a buscar fórmulas técnicas necesarias para compensar la misma subida en los casos de tope de niveles máximos, consolidación de grados o para el personal laboral. Esta medida cuenta con un estudio por parte de Instituciones Penitenciarias –que no ha sido entregado a los Sindicatos- y que presentarán en una reunión que tendrá lugar el próximo jueves entre el Secretario General, la Subsecretaria de Interior y el Ministro, para ver si se cuenta con el respaldo del Ministerio. De producirse el mismo nos convocarían a una nueva reunión la próxima semana para cerrar esta parte, que se materializaría en septiembre.
Nuevo incidente en Villena
Por otro lado, un joven de 30 años, ha denunciado una violación múltiple en el Centro Penitenciario Alicante II de Villena cometida hace escasos días. Según su testimonio, dos de sus compañeros de módulo le obligaron a entrar en el aseo del patio y una vez en el interior le introdujeron una botella en el ano. Previamente habían discutido. Los dos agresores creían que el joven escondía droga en el interior de su organismo y querían arrebatársela. De nada sirvieron las explicaciones de la víctima, que les negó reiteradamente que escondiera alguna sustancia estupefaciente en su cuerpo.
El chico no dudó en contar lo que había sucedido en aquel baño. Tras el relato que hizo, uno de los médicos de la prisión le hizo un reconocimiento. El joven tenía lesiones de diversa consideración.
