Tengo casi 18 años y estoy en esa etapa en la que miro lo que están viendo mis primos pequeños en la tele y me encuentro dibujos animados que, como decimos todos: “¿Qué basura es esta? Lo de antes sí que eran series.” Por suerte, hay series que son inmortales, que aunque pasen de moda nadie las olvidará, ni a ellas, ni sus canciones. Como por ejemplo la de Doraemon, serie de mi infancia que todavía encuentro a veces haciendo zapping por la televisión, cuyo opening en castellano dice así:
“Ojalá mis sueños se hicieran realidad,
se hicieran realidad porque tengo un montón.
Doraemon puede hacer que se cumplan todos,
con su bolsillo mágico mis sueños se harán realidad.
Quisiera poder volar por el cielo azul.
(Esto es el gorrocóptero)
Ha, ha, ha, tú siempre ganas, Doraemon
Ha, ha, ha, tú siempre ganas, Doraemon”
Todos hemos escuchado alguna vez esta canción y pensamos que solo es un modo de entretener a los niños. Pero, ¿nos hemos parado a pensar lo que de verdad dicen estas canciones infantiles? Esta, por ejemplo, dice que todos tenemos sueños que nos gustaría realizar y que Doraemon los puede hacer realidad. Pero no le buscamos ningún otro significado. Jamás nos hemos parado a pensar quién es Doraemon.
Doraemon no es solo un gato cósmico, un personaje de ficción. Doraemon puedes ser tú. Tal vez no tengas un bolsillo mágico (aunque estaría bien jaja), pero tienes imaginación, dos manos y fuerza de voluntad, que viene a ser lo mismo que un bolsillo mágico. Porque tú no tendrás un gato cósmico que te saque las castañas del fuego o realice todos tus deseos al instante, pero tienes la habilidad o la capacidad de marcarte metas, buscar la mejor manera de alcanzarlas y con esfuerzo e ilusión llegar hasta el final del recorrido disfrutando del camino.
De este modo, tú eres Doraemon. Tú puedes ser ese héroe que soñaste en la infancia. Tú eres el héroe de tu vida.
