Después del ‘incidente’ se procedió conforme al protocolo correspondiente para proceder a la apertura de la piscina en el menor tiempo posible.
El protocolo de actuación que se siguió fue el siguiente, remitido por la empresa.
INCIDENTES CON HECES SÓLIDAS EN EL AGUA DE LAS PISCINAS.
Plan de acción:
1. Cerrar la piscina y desalojar a los bañistas del agua, no permitiendo entrar a nadie hasta que finalice el protocolo de actuación. El personal de mantenimiento y/o de vigilancia de la piscina deben tener instrucciones claras por parte de la Dirección del establecimiento y plena potestad para proceder al cierre y desalojo de la piscina.
2. Si hay más piscinas con el mismo sistema de recirculación y filtración del agua, deberán desalojarse todas las piscinas. Si los bañistas van a usar otra piscina, hay que asegurarse de que se duchen antes.
3. Retirar todas las heces de forma inmediata con la cesta, una red fina o un cubo y tirarlas a un inodoro o a una bolsa, evitando el goteo. No se deben aspirar las heces con la barredera.
4. Limpiar y desinfectar con lejía todos los utensilios que hayan estado en contacto con las heces.
5. Comprobar y disponer en el agua un nivel de cloro libre residual de 2 ppm a un pH inferior a 7,5 y mantener este nivel durante al menos 30 minutos.
6. Se puede aumentar el nivel de cloro libre residual para disminuir el tiempo de desinfección, pero entonces se deberá neutralizar el nivel de cloro para que se sitúe en el rango permitido por la legislación (0,5 – 2 ppm).
7. Revisar el sistema de recirculación, filtración y desinfección de la piscina, asegurándose de que todo el sistema funciona correctamente durante este tiempo.
8. Tras mantener 30 minutos el nivel referido de cloro libre residual, si todo el proceso ha sido correcto y no se observan otras incidencias, puede permitirse el uso de la piscina, asegurándose que los bañistas se duchen antes de sumergirse.
9. Registrar el incidente, los niveles de cloro y pH, los tiempos de desalojo y todas las acciones que se hayan realizado.