La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, ha asegurado en Les Corts que las listas de espera en sanidad «son una prioridad para el Gobierno valenciano, tanto en lo que se refiere a los esfuerzos destinados a que cada paciente sea operado con el menor tiempo de espera posible, como a la hora de trasladar la información a la ciudadanía de forma clara, honesta y transparente, sin filtros».
Montón ha detallado que, para este trimestre, su departamento cuenta con 103 nuevos contratos, con un coste de 1,5 millones de euros, que incluyen especialistas en cirugía, anestesistas, enfermeras de quirófano, celadores o técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, lo que ha permitido configurar 21 equipos quirúrgicos nuevos para reducir los tiempos de demora.
La consellera ha arrancado su intervención recordando que, en la Comunitat Valenciana, la espera media para acceder a una intervención quirúrgica programada es de casi un mes menos, en concreto 27 días, que la media estatal. Y ha señalado que una de las medidas puestas en marcha para reducir el tiempo y el número de personas que esperan ser operadas consiste en hacer más con los propios recursos.
«Hemos potenciado la actividad de autoconcierto, una herramienta que implica la ampliación del horario de quirófanos de los hospitales de la red pública para aumentar la actividad quirúrgica en horario de tarde», ha asegurado.
La titular de Sanidad ha recordado que en 2016 aumentó la actividad de autoconcierto en un 7% respecto al año 2015, con un millar de intervenciones más bajo esta misma fórmula. Este aumento se ha multiplicado en lo que llevamos de año respecto al incremento de 2016. De esta forma, el presupuesto de autoconcierto en 2017 ha aumentado en un 33%.
Tras asegurar que su departamento seguirá contemplando el Plan de Choque como una medida «complementaria» para hacer frente a la lista de espera y reducir las demoras, Montón ha subrayado la apuesta del Consell por aumentar las intervenciones de autoconcierto por las tardes y abrir los quirófanos los sábados, «una medida novedosa en la sanidad pública valenciana».
«Hospitales como el de Elche o San Juan ya han comenzado con 26 intervenciones el sábado pasado. El próximo sábado se sumarán más centros como los hospitales Provincial de Castellón, la Plana o el Clínico de Valencia. El resto se irán sumando de forma paulatina a lo largo de la última semana de septiembre y el mes octubre», ha explicado.
Todo ello gracias a los 103 nuevos contratos, que han permitido configurar 21 equipos quirúrgicos completos, con un coste de 1,5 millones de euros. Un equipo nuevo en los siguientes hospitales: Hospital General de Castellón, Hospital Clínico de València, Hospital de Sagunto, Hospital de Sant Joan, Hospital de Requena y Hospital General de Elx. Dos equipos en el Hospital Virgen de la Salud de Elda, tres equipos en el Hospital La Fe, cuatro nuevos equipos en el Hospital General de Alicante y seis equipos en el Hospital General de Valencia.
En el resto de hospitales adheridos al plan (Vinaroz, Vega Baja Orihuela, Francesc de Borja Gandia, Arnau de Vilanova, Lluis Alcanyis de Xàtiva, y Marina Baixa Vila Joiosa) los profesionales contratados irán a completar equipos ya conformados.
«Los nuevos contratos, más la fórmula del autoconcierto y personal en horario laboral ordinario de tardes o sábado permitirá el aumento del rendimiento quirúrgico», ha asegurado Montón.
Transparencia y veracidad frente a la ocultación
La consellera ha recordado que la transparencia y la veracidad de los datos chocan con la manipulación que se hacía de los mismos con anterioridad. «Los procedimientos para disfrazar las cifras reales trataban de conseguir dos objetivos: vaciar artificialmente el número de personas de la lista de espera quirúrgica que se hacía pública y falsear los tiempos de espera con la intención de rebajar los tiempos medios en las estadísticas oficiales». Hasta diciembre de 2015 los datos oficiales publicados eran «exclusivamente» los relativos a los pacientes de la llamada Lista de Espera Estructural. El principal mecanismo de ocultación, tenía que ver con el Plan de Choque.
La derivación a clínicas privadas contempla que, a los 90 días, se envía una carta al paciente para ofrecerle ser operado en una clínica privada. Esta oferta se traslada a las personas afectadas por los 19 procesos más frecuentes, que suponen el 52% del volumen total de la lista de espera. Los pacientes tienen un margen de 45 días para responder afirmativamente y operarse en una clínica privada o negativamente y permanecer a la espera de operación en la sanidad pública.
«Daba lo mismo lo que contestasen, porque, desde el mismo momento en que se les enviaba la carta, estas miles de personas eran eliminadas de la lista de espera oficial que se publicaba en la página web: La lista A», ha explicado la consellera.
«Se eliminaban si respondían afirmativamente y se decantaban por un centro privado. Y también se eliminaban si respondían negativamente, rechazando la derivación y decidiendo permanecer a la espera de una operación en la sanidad pública. En este caso se borran de la lista de espera A, la oficial y pública, y se incorporan a una lista de espera B, opaca, que no se publica y que se denomina no estructural.
Esa lista opaca es donde se concentraba el grueso de los 10.420 pacientes y 3,7 millones de días de demora que no se computaban al estar en la lista B.
Montón ha recordado que además había intervenciones excluidas de la lista de espera. «Es el caso de la cirugía bariátrica: todas las personas pendientes de operación por este motivo no existían en la lista de espera quirúrgica oficial. No se tenía en cuenta para el cálculo de los indicadores de lista de espera quirúrgica. Ahora si. De esta forma, mientras que la lista de espera adulterada a corte de diciembre 2015 era de 47.478 personas con una demora media de 67 días, la incorporación de todos los pacientes supuso un total de 57.898 pacientes y una demora media sin artificios contables de 120 días.
Por último, la consellera ha explicado que, hasta diciembre de 2015, se ofrecía información parcial y dos cortes anuales (diciembre y junio). Ahora se da toda la información y con periodicidad trimestral. Hay cuatro cortes anuales: en diciembre, marzo, junio y septiembre. Y además se ofrece información individual a través de su página web, el Registro Individualizado de Lista de Espera Quirúrgica, una aplicación que ofrece información sobre los tiempos de espera para una intervención quirúrgica.
Nuevo modelo de prestación farmacéutica sociosanitario
En su intervención en Les Corts, la consellera se ha referido también al nuevo modelo de prestación farmacéutica sociosanitario en los centros residenciales de mayores, denominado Resi-EQIFar. Un modelo diseñado por y para las personas residentes y las personas cuidadoras.
«El objetivo principal del mismo es que todas las personas residentes, independientemente del centro en el que estén (sea público o privado) reciba la misma calidad en la atención farmacéutica, en las mismas condiciones y que el equipo asistencial del paciente esté coordinado. Es decir, un modelo asistencial centrado en la persona», ha explicado Carmen Montón.
Este modelo contempla que todos los tratamientos sean revisados por un farmacéutico o por una farmacéutica especialista para prevenir cualquier problema relacionado con la medicación; que los tratamientos se preparen en sistemas de dispensación en dosis unitarias individualizadas por paciente y que el farmacéutico participe en la valoración integral del paciente, formando parte de un equipo interdisciplinar.
La titular de Sanidad ha explicado que la diferencia actual entre el coste farmacéutico medio de una plaza residencial pública y una privada es de 747,36 euros. «Si multiplicamos esta cifra por las plazas privadas que existen, el impacto de ahorro potencial asciende a casi 17,5 millones de euros. Con este presupuesto podríamos salvar la vida a 1944 personas afectadas por la hepatitis C», ha concluido.
La puesta en marcha de este plan, teniendo en cuenta otros factores asociados a este programa que conllevan también un gasto de personal, supondrá finalmente un ahorro total cercano a los 13 millones de euros.