En esta última semana muchos usuarios de este programa se han puesto en contacto con este medio para mostrar sus quejas sobre el servicio que, al parecer, ha cambiado de cocina y ello está suponiendo un gran malestar.
El programa `Menjar a casa´ está dirigido a mejorar la nutrición de las personas mayores, por entender
que una nutrición adecuada contribuye de forma decisiva a la salud,
bienestar y calidad de vida de todas las personas y, en especial, de las
personas mayores. El servicio consiste en la entrega diaria en el domicilio del usuario de
las comidas de lunes a viernes, excepto los días festivos de carácter
nacional o autonómico.
Desde hace una semana, la empresa encargada de este servicio, VitaRest ha cambiado el servicio sirviendo a los mayores comida que mucho deja que desear con mejorar la nutrición de nuestros mayores: lentejas duras, albóndigas incomibles, pescado a medio hacer… sin nombrar que resultan comidas sin sustancia.
Ágora Habla ha hablado con la edil de Bienestar Social del Ayuntamiento de Villena, Alba Laserna Bravo quién nos ha mostrado su interés por el tema e inmediatamente se ha puesto en contacto con los técnicos. Es cierto que el ayuntamiento es un mero intermediario en este servicio, aunque está adscrito desde 2006. Sin embargo la edil ha indicado que «los usuarios de este servicio tienen que hacernos llegar sus quejas por registro de entrada del ayuntamiento o bien en Servicios Sociales para nosotros poder trasladar esas quejas tanto a Consellería como a la empresa encargada». De hecho, la propia edil ha indicado que «si un plato se encuentra en mal estado, que no duden en traerlo o que se lo devuelvan al repartidor»
Laserna ha sido contundente «vamos a estar pendientes de este tema porque ese servicio no se puede dar así».
También nos hemos puesto en contacto con la empresa quién ha reconocido ese cambio de cocina y que era cierto que los usuarios les estaban haciendo llegar las quejas del servicio pero que por el momento «hay que adaptarse».
Por último cabe destacar que este servicio está repartido en un copago a partes iguales por parte de la Generalitat, Ayuntamiento y el propio usuario.
