Los secuestros virtuales se han convertido en uno de los motivos por el que la Guardia Civil registra mayor número de denuncias en los últimos años. Estos secuestros consisten en llamadas falsas en las que se finge que un familiar ha sido secuestrado y se piden cantidades de dinero entre los 2.000 y 10.000 euros para efectuar la liberación.
Las llamadas generalmente se efectúan desde prisiones de Chile, en las que algunos internos disponen de teléfono móvil con el que las realizan aleatoriamente, posiblemente valiéndose de una guía telefónica de España de la que cogen números al azar. Principalmente este tipo de llamadas se reciben en Madrid, Valencia, Salamanca, Toledo o Asturias entre otras.
Ante la proliferación de casos, el equipo de Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO), de la Guardia Civil, ha elaborado un decálogo de comportamiento que muestra cómo actuar ante estas llamadas telefónicas:
– Mucha precaución con llamadas entrantes con prefijos desconocidos o numeración oculta.
– Una vez atendida una llamada extorsiva mantener en todo momento calma y serenidad.
– Escuchar y dejar hablar a nuestro interlocutor, grabando la conversación si es posible.
– No facilitar nunca durante la llamada datos personales, familiares, de ubicación o de contacto.
– Dejar siempre una línea de telefonía libre para intentar localizar a la supuesta víctima y/o avisar a Guardia Civil, simultáneamente.
– Intentar realizar alguna pregunta muy personal de la víctima que le permita, en base a la contestación, concluir que es un falso secuestro.
– No efectuar nunca por cuenta propia pagos monetarios o entregas de efectos de valor requeridos por el extorsionador.
– No dudar en cortar la comunicación. Posiblemente desistirán y buscarán otra posible víctima.
– Escribir inmediatamente todo lo que se recuerde y denunciar siempre los hechos a la Guardia Civil.
– Controlar los datos volcados en las redes sociales y evitar encuestas en las que se pregunte por datos personales.