Hoy 19 de octubre, en mi blog hablo de uno de los viajes más emocionantes y bonitos que se puede hacer en la vida, un viaje hacia lo más profundo de tu ser, un viaje para conocerte a ti mismo, conocer tus límites, tus fuerzas y ver hasta dónde eres capaz de llegar cuando tus días se tiñen de gris…
Como dice la canción de Dani Martín, «que bonita la vida cuando baila su baile que se vuelve maldito cuando cambia de planes» …. Y si, la vida es muy bonita, aunque a veces nos traiga cosas que no queremos y es que, si lo pensamos, la vida nos regala más cosas buenas que malas, lo único que nos concentramos más en las malas, pensamos más en ellas… las buenas, ya las damos por hecho, pero no tendría que ser así, deberíamos de disfrutar de cada segundo, de cada instante, disfrutar de las personas que nos rodean y dejar de darle importancia a las cosas que realmente no la tienen, porque un buen día, sin esperarlo, sin pedirlo, tu vida puede dar un giro y ponerlo todo patas arriba…..
Y cuando ese día llega, arrasa con todo, te deja desnudo frente a un abismo que nunca habías imaginado que existiera o si lo hacía, no fuera para ti, porque eres buena persona y no puede ocurrirte nada malo… O si? Porque sí, es injusto que nos pasen cosas malas, pero… Y si esas cosas ocurren para poder amarnos más a nosotros mismos, a nuestros seres queridos, a renacer con más fuerza, a aprender a disfrutar incluso de la luz del sol a la que estamos tan acostumbrados…
Las mejores cosas de la vida son las que tenemos al alcance todos los días, las más pequeñas y quizás las más insignificantes y es que estamos tan familiarizados a tenerlas, que hemos dejado de valorarlas y a veces, hace falta que ocurra algo para abrir los ojos y ver realmente lo afortunados que somos simplemente con despertarnos y poder respirar, y es que a veces, hace falta vivir en la oscuridad para saber apreciar la luz.
Cada día, la vida nos da el mejor regalo, que es el poder levantarnos y vivir, pero vivir de verdad, como leí en una ocasión «la vida no es un teatro en el que cada día puedas ensayar» lo que no haces hoy y las cosas que no exprimes al máximo, igual mañana pasan de largo, así que, aunque sé que suena a tópico, disfruta de cada segundo, de cada día como si fuera el último de tu vida, porque llegará el día que sí sea el último.
Hoy es el día del lazo rosa, el día del cáncer de mama, quien me iba a decir a mi hace un año que hoy iba a ser un día tan importante en mi calendario, un día en el que acordarme de todas esas mujeres luchadoras, que no tiran la toalla, que día a día se dedican a sacar lo mejor de ellas mismas, esas mujeres que sí, a veces también se derrumban y lloran y se preguntan por qué a mi y sacan toda su rabia porque… que bonita es la vida pero que injusta es a veces…pero siguen, dibujan en su cara su mejor sonrisa y se enfrentan al mundo y se enfrentan a ese gigante con el que ellas no han elegido vivir, pero ahí está, acechando en la sombra… Lo que no sabe ese gigante, es que por muy grande que sea, por mucho miedo que dé, siempre habrán mujeres dispuestas a plantarle cara y no se dejarán arrollar por él.
Y sí, es que la vida es tan bonita que yo no pienso desperdiciar ni un segundo en lamentarme por lo que pueda venir, porque hay que disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo.
«Hasta el invierno más largo muere rendido ante el mar».
Hasta el siguiente destino agorit@s.
No dejéis de seguir mis pasos.