Casos de dopaje como el de los atletas rusos suspendidos para participar en los pasados Juegos Olímpicos de Río ponen en el punto de mira de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a miles deportistas cada año. Pero, ¿existe el doping involuntario? Una investigación liderada por el Grupo en Alimentación y Nutrición (ALINUT) de la Universidad de Alicante describe como el consumo de suplementos nutricionales está aumentando a la vez que crecen los casos de dopaje no intencional.

El estudio, basado en una completa revisión de artículos internacionales y publicado en la revista de nutrición humana Nutrients, advierte que entre el 12% y el 58% de productos como proteínas en polvo, multivitamínicos, bebidas isotónicas o barritas contienen sustancias dopantes no etiquetadas.
En este sentido, publicaciones recientes muestran que es habitual encontrar pequeñas cantidades de estimulantes como efedrina, esteroides anabólicos, y derivados hormonales tales como testosterona, androsterona y nandrolona, prohibidos por la AMA y perjudiciales para la salud. En algunos casos se debe a un control de calidad deficiente por contaminación cruzada durante la fabricación, procesamiento o embalaje aunque, en otros, la adulteración de la sustancia es intencional como recoge el artículo de la Universidad de Alicante.
“Se trata de un problema de salud pública ya el consumo de este tipo de productos para aumentar el rendimiento está en alza tanto en deportistas como en población general. Además de los graves efectos sobre la salud ya que pueden provocar problemas hepáticos, cardíacos, hormonales, procesos cancerígenos, e incluso la muerte, hay que añadir daños morales relacionados con pérdida de patrocinadores y sanciones derivados de posible detección en las pruebas de dopaje”, señala uno de los autores del artículo, el investigador de la UA José Miguel Martínez.
Vacío legal
Según Martínez, “la cuestión de seguridad con respecto a los suplementos dietéticos es real y, por lo tanto, una mejora de la legislación actual que regula este mercado es necesaria para garantizar su seguridad y eficacia”. Actualmente se carece de un reglamento o apartado específico sobre el uso y aplicaciones de los suplementos dietéticos o ayudas ergonutricionales para deportistas, estando legislados por las normas horizontales de legislación alimentaria. “Es conveniente desarrollar una legislación específica para estos productos con implicación en las políticas sanitarias, de actividad física y deporte, que faciliten la toma de decisiones en los deportistas”, añade.
Del mismo modo, el hecho de que en estos productos alimenticios la información a menudo se omita en el etiquetado, explican desde ALINUT, “es una razón más que suficiente para sancionar a las compañías que las fabrican en conformidad con la legislación para la defensa de la calidad de los alimentos”.
Método de investigación
La estrategia de búsqueda del grupo de investigación para llevar a cabo el estudio ha sido, tras recuperar más de 440 artículos, analizar un total de 23 procedentes de Alemania, EEUU, Suiza, Polonia, Reino Unido, Bélgica, Canadá, Italia, Australia, Serbia, República Checa y Sudáfrica, publicados entre el 2000 y 2017.
Este trabajo cuenta con la participación de, además de la UA, Universidad de Barcelona, la RED de Nutrición Basada en la Evidencia (REDNuBE), la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND), y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) de Murcia.

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