Cristina Romera Tébar, doctoranda de la Universidad de
Alicante, se ha convertido en la única estudiante que ha
conseguido una beca Iberoamericana Santander Investigación
en el curso 2017-2018 con proyecto que busca revalorizar
la zona de minas abandonadas en Hellín para convertir el
entorno en atractivo turístico por su patrimonio natural.
antigua industria minera del azufre en Hellín y sectores
adyacentes (Albacete). Un análisis de sus múltiples
dimensiones: patrimonio minero, geológico y paisajístico”
es el tema central de la tesis doctoral en la que
investiga la alumna con el profesor José Antonio Segrelles
Serrano dentro de la línea de Investigación en Geografía
Humana, Ordenación del Territorio y Desarrollo Local
Sostenible.
artículo científico “Las minas de Hellín (Albacete):
huellas del pasado en un espacio olvidado”, que le ha
valido esta ayuda con la que disfrutará desde enero hasta
abril de 2018 de una estancia para investigación en la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cobra
mayor mérito la consecución de esta beca porque se da la
circunstancia de que es la única estudiante doctoranda de
la UA que la ha logrado. De las tres becas concedidas, las
otras dos han sido para Personal Docente e Investigador
(PDI).
México «me aportará mucha experiencia y me abrirá nuevas
puertas a la investigación», ya que la zona en la que
residirá «tiene varias minas que han sido revalorizadas en
el paisaje y podré tener otros ejemplos avanzados de los
que conseguir ideas». En el mismo sentido, la estudiante
concreta que «el desarrollo de antiguas minas para poner
en valor su patrimonio es una apuesta que se está haciendo
en México desde años, por lo que tendré mucho por
aprender».
un estudio que «aboga por recuperar el patrimonio
paisajístico y geológico para crear un entorno de riqueza
natural que dé valor a la zona y a pueblos cercanos que
actualmente viven casi exclusivamente de la agricultura»,
indica la doctoranda.
los años sesenta, quedan vestigios en el territorio que
crean un entorno sobre el que poder revivir el ambiente de
un tradicional pueblo minero recuperando patrimonio
deteriorado como pozos de extracción, galerías
subterráneas, restos de vías ferroviarias o núcleos de
casas cueva, entre otros elementos.
ciertos peligros derivados del abandono de la industria
minera. Aunque leve, hay actividad de senderismo por la
zona, pero «se exponen a peligros como desprendimientos o
caídas en pozos abandonados que no están correctamente
tapados o señalizados», matiza la estudiante. Entre otras
propuestas, el proyecto de Romera Tébar aboga por «crear
senderos correctamente señalizados, fomentar el paso y la
conservación de vías verdes y crear rutas y visitas
turísticas que muestren la zona a aquellos que la
desconocen».
que, a raíz del desarrollo de este patrimonio natural,
«crecería en los pueblos de alrededor actividad económica
para acoger a estos visitantes y serviría para poner en
valor otro patrimonio importante como el gastronómico,
rico por el cultivo del arroz de Calasparra». «Para lograr
esto es importante involucrar a la gente. Los habitantes
de zonas cercanas deben conocer el proyecto, involucrarse
en él y apostar por su mantenimiento futuro porque si las
minas se convierten en atractivo natural ellos también se
verán beneficiados económicamente», añade.
Integrar agentes
el estudio de Romera Tébar busca «integrar a todos los
protagonistas». «Hay que englobar a los agentes, a los
investigadores, a los trabajadores que desarrollarían la
zona y a la gente de zonas cercanas para que todo esté
contextualizado, todo unido en un entorno integrado que da
valor al patrimonio».
de la antigua industria minera del azufre en Hellín y
sectores adyacentes (Albacete). Un análisis de sus
múltiples dimensiones: patrimonio minero, geológico y
paisajístico” ha valido a la doctoranda de la Universidad
de Alicante una importante beca, aunque «quedan otros dos
o tres años de investigación y trabajo hasta que defienda
la tesis y, tras ello, ojalá se puedan aplicar
resultados», puntualiza.