Representantes del sindicato de prisiones ACAIP han entregado este lunes ristras de chorizos a ciudadanos durante los actos de protesta celebrados ante la sede de la Delegación del Gobierno en València y las subdelegaciones de Castellón y Alicante, unas acciones simbólicas en las que han expresado su rechazo a las agresiones que sufren los funcionarios, la falta de medios y la saturación de las cárceles valencianas, las «más conflictivas» en el conjunto de España.
La misma protesta se ha llevado a cabo en las puertas de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno de Murcia y Castilla León mientras que en el resto de España se desarrollarán a lo largo de la semana. El delegado de ACAIP en València y miembro de la ejecutiva nacional, Alberto Téllez, ha explicado en declaraciones a los medios que el motivo de la protesta es que el responsable de Prisiones, Ángel Yuste, «gana más que el presidente del Gobierno y en los últimos cinco años no ha hecho absolutamente nada por la institución».
Como ejemplo de la situación, ha descrito que, en la Comunitat Valenciana, la cárcel de Picassent «tiene un problema muy grande que es el tamaño» y la saturación de presos ya que «tiene 2.300 interinos cuando no debería tener más de 1.400». «Esa saturación unida a la falta de personal supone que haya módulos de 140 o de 150 internos donde solamente hay dos funcionarios cuando debería haber como mínimo tres», ha recalcado. Asimismo, ha afirmado que las prisiones valencianas son las «más conflictivas a nivel nacional».
Menos plantilla
Según sus cifras, en los últimos cinco años se ha perdido más de un 15 por ciento de la plantilla de los trabajadores de prisiones «sin que haya habido nuevas contrataciones, ni oferta de empleo público» y con una edad media de 50 años en los trabajadores que están contacto con los internos. En Picassent, Villena, Alicante II y Fontcalent, ha apuntado, «a todos esos problemas de falta de personal y de envejecimiento hay que unir los internos con patologías psiquiátricas que muchas veces no están detectadas».
Por este motivo, asegura que se han «disparado» las agresiones a los funcionarios de prisiones, que en este año han sido más de 360 en el conjunto de España, y que algunos medios de protección como los chalecos anti agresiones llevan caducados «más de diez años» sin que se renueven.
También ha denunciado que llevan cinco años sin concursos de traslados, ni de movilidad geográfica ni de ascenso por lo que los trabajadores, según ha dicho, «estamos desmotivados con miedo en muchas ocasiones de ir a trabajar». Además, ha aseverado que no se está cumpliendo el mandato constitucional en cuanto a reinserción y reeducación de los internos.
Téllez ha afirmado que han presentado varios escritos explicando la situación ante el ministro del Interior «como máximo responsable» y han reclamado el cese de Yuste tanto por el sueldo que gana como porque «está denunciado penalmente por encubrir y amparar presuntos delitos de malos tratos y de rigor innecesario contra internos en determinados centros penitenciarios españoles».
Estos problemas, y sobre todo el de la prisión de Picassent, ya fueron trasladados a la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra la pasada primavera en su visita al centro penitenciario, pero «como la Generalitat no tiene competencia en materia de prisiones, ella en lo que se comprometió es a tratar mediar ante el delegado del Gobierno para tratar de buscar una solución».
A su juicio, la solución «no puede llegar a nivel local, tiene que llegar a nivel estatal y el único que puede solucionarlo es el Ministerio del Interior», aunque ha resaltado que la dirección de Instituciones Penitenciarias es la única que no ha variado con el cambio en ese departamento: «O bien no hay nadie que quiera hacerse responsable de las prisiones o bien porque no les preocupa en absoluto».
Donaciones de sangre
El delegado del sindicato ha anunciado que otro acto que van a realizar es una campaña de donación de sangre con el objetivo de «por cada agresión que han sufrido los trabajadores penitenciarios, conseguir una donación de sangre», unas 360 donaciones.
Esta campaña se llevará a cabo la última semana de agosto coincidiendo con la ‘operación retorno’ porque, según ha asegurado, «es un momento en el que los hospitales necesitan muchas gente porque hay muchos accidentes de tráfico». Y para promocionar la campaña ha dicho que «antes de que los políticos nos chupen la sangre, preferimos donarla».