La escritora mexicana Margo Glantz ha recibido este miércoles, de mano del rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, los atributos que la convierten en nueva integrante del ilustre claustro de Doctores de la UA: la medalla, el birrete, el anillo y el libro de la ciencia, en un acto que se ha celebrado a las 12 del mediodía en el salón de actos del edificio de San Fernando, 40 de la sede de la Ciudad de Alicante.
Manuel Palomar ha destacado de Margo Glantz “su compromiso y relación continuada y colaboración con la Universidad de Alicante a lo largo de los años en diferentes etapas y actividades” y ha hecho especial hincapié en los valores que la acreditan para hacerse valedera de su investidura como Doctora Honoris Causa “que ha demostrado sobradamente en su vasta y prolífica obra literaria y periodística, pero en especial por la heterodoxia de esta y su modernidad, que se hace patente en su continua curiosidad y a través de su uso de las redes sociales como una herramienta más en su trabajo”, además de señalar que la escritora es “un referente en el canon de la literatura en lengua española”.
El rector ha destacado que este acto «significa, además, un refuerzo al compromiso de la Universidad de Alicante con la internacionalización, especialmente con América Latina y, más concretamente con México» y que se demuestra día a día a través del Campus Iberoamericano; la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes o el Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti, además de a través de los numerosos convenios y proyectos de colaboración con instituciones académicas e investigadoras.
La catedrática de Literatura Iberoamericana de la Universidad de Alicante, Carmen Alemany, ha sido la encargada de ejercer de madrina y pronunciar la laudatio con la que ha glosado la figura y obra de la escritora mexicana. Un discurso en el cual, Alemany, ha realizado un extenso repaso de la figura de Margo Glantz, tanto en su vertiente personal como profesional y ha detallado su relación con la Universidad de Alicante y con la escritura.
En su intervención, la catedrática de la UA, ha calificado a Glantz de “ensayista disidente” y “narradora heterodoxa”. Dos adjetivos que describen su apuesta y compromiso por la modernidad y las “nuevas formas de escritura” que se plasmaban a través de los escritores emergentes y casi adolescentes de principios de los setenta. Y heterodoxa por lo variada de su obra, por la que han desfilado infinidad de temáticas, “el resultado es obra activa, arriesgada, propositiva, divergente, heterodoxa, contestataria; una narrativa que se sitúa fuera de todo encasillamiento posicionándose en una literatura de avanzada; una obra ficcional que puede leerse como un todo», ha dicho y remarcando “la eterna circulación de los escritos”.
Alemany destaca que Glantz denomina a los textos “fisuras”, una forma de entender la realidad y que permite a la autora mexicana asomarse al mundo a través de cualquier “intersticio”, como es el caso de las redes sociales en la actualidad, un nuevo mundo que “estoy tratando de investigar” y el cual describe como “falto totalmente de jerarquía” en el cual “coinciden y conviven noticias de muy diferente rango, cosas verdaderamente terribles, como la guerra química en Siria, con el divorcio de una pareja de actores”.
A la ceremonia encontraban expertos de todo el mundo tanto en literatura iberoamericana como en la obra de Glantz que, durante su intervención, ha ilustrado a los presentes con un ensayo en el que ha realizado un recorrido por los “sueños, ensueños, vaticinios, oráculos, profecías y narcisismos” de diferentes autores, como Calderón de la Barca, María de Zayas o Ovidio, todos ellos esenciales en su trayectoria, como ella misma ha reconocido.
