El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU), Fernando Móner, consideró ayer que el programa de banco de libros de la Conselleria de Educación Xarxa Llibres es «una buena iniciativa, que no ha sido aplicada correctamente».
Desde Avacu afirmaron, en un comunicado, que aunque Xarxa Llibres «no ha estado exento de problemas», iniciativas como esta «son necesarias, ya que permiten un importante ahorro entre las familias».
Entre los principales problemas a los que se ha enfrentado esta iniciativa, la asociación destaca que con la Lomce totalmente implantada, adaptar los cursos de segundo y cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato ha supuesto el cambio de la práctica totalidad de los libros y material de estos cursos, haciendo inservibles los del curso anterior.
«Queda la duda de quién va a tener que hacer frente al pago de los nuevos libros y materiales de estos cursos», añadieron desde la asociación, quienes recordaron, además, que las Ampas «han manifestado su disconformidad al entender que las ayudas previstas, especialmente para estos cursos no van a cubrir, en algunos casos, ni la mitad del gasto total de los libros de texto».
Desde Consumidores reconocen que establecer un gasto medio en cuanto a la vuelta al colegio es difícil, ya que el desembolso en cada niño depende, entre otros factores, del tipo de centro en el que estudie (público, concertado o privado) y del curso en el que se encuentre. Sin embargo, señalaron que en anteriores sondeos el principal desembolso que destacaban las familias en la vuelta al colegio era la adquisición de los libros de texto. «En este sentido, con la puesta en marcha de Xarxa Llibres, el desembolso en los libros, en los casos de los colegios públicos y concertados, se ha visto reducido considerablemente para aquellas familias que se han acogido a estas ayudas», reconocieron.
Avacu insistió en una serie de recomendaciones para «hacer más llevadera esta vuelta al cole», como revisar el material de años anteriores para ver qué se puede reutilizar, comparar precios, tanto en el caso de los libros de texto como en el material escolar, y no dejarse llevar por la publicidad de ofertas y descuentos. También recomendaron ser racional en el gasto y comprar en función de la relación calidad/precio y no en base a artículos de moda.