El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil intervino la pasada semana 25 primates en una operación contra el tráfico ilegal de especies protegidas, en la que ha investigado a siete personas -cuatro en Alicante, dos en Murcia y una en Sevilla- por estos hechos.

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Estas siete personas están investigadas como presuntas autoras de varios delitos relativos a la protección de flora y fauna, pertenencia a organización criminal, falsedad documental y usurpación de estado civil, según un comunicado del instituto armado.

En la operación, denominada Titisali, también está implicadas otras 25 personas en distintas provincias españolas.

Los 25 ejemplares de primates intervenidos -20 de ellos vivos y cinco muertos- eran ofertados en tiendas de mascotas a particulares.

Según la Guardia Civil, cada uno de ellos se vendía en el mercado negro por entre 1.800 y 2.000 euros, por lo que se estima que su venta habría generado un beneficio superior a los 130.000 euros.

Los monos eran criados en domicilios por particulares que tenían relación con dichas tiendas de animales, si bien uno de los investigados era el propietario de uno de esos establecimientos.

Se han practicado registros en tres domicilios y dos locales de venta de animales en la provincia de Alicante, en concreto en Elche, Torrellano, Agost y Algueña, aunque la operación también ha afectado a otras provincias, como Sevilla, Almería y Albacete.

Como resultado de estos registros y tras el análisis de la documentación obtenida, se ha constatado la venta de 67 ejemplares de primates, de los que 25 son los que han sido recuperados, mientras continúan las pesquisas para tratar de localizar a los 43 restantes.

De los 25 primates intervenidos, 20 pertenecen a dos especies conocidas como titís de pincel blanco y negro, respectivamente. Se trata de un mono endémico en Brasil y bastante llamativo -su cuerpo mide entre 18 y 25 centímetros de longitud, su cola entre 28 y 35 centímetros, y suele pesar entre 400 y 450 gramos-, que es objeto de tráfico y venta ilegal.

Otro de los primates requisados es un mono verde de Guinea, una especie de primate que, según el comunicado del instituto armado, puede portar el VIH, por lo que es todavía más importante tener clara su procedencia y que cumpla con toda la reglamentación en materia de sanidad.

Según la Guardia Civil, la importancia de esta operación recae en que la tenencia, y más aún la crianza de primates por particulares, está prohibida en España, y solo es posible llevarla a cabo estando en posesión de un permiso específico para creación de núcleo zoológico.

Los primates han quedado depositados en los centros de recuperación AAP Primadomus (Villena) y Arca de Noé (Alicante).

En la operación también se han aprehendido cuatro ejemplares de yaco cola roja, dos de guacamayo, una serpiente Boa Constrictor Imperator, siete ejemplares de tortugas de tierra, cuatro piezas de coral y un ejemplar de estornino blanco.

La tenencia de estos últimos ejemplares es legal, pero, al tratarse de especies CITES, han sido decomisados debido a que no se ha acreditado documentalmente su procedencia en el momento de las diferentes inspecciones, según la Guardia Civil.

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