Un modelo ‘sectario’ que penaliza a los alumnos que se decanten por estudiar en castellano en la Comunidad Valenciana. El grupo parlamentario del PP en Les Corts considera que el nuevo decreto de plurilingüismo presentado por la Conselleria de Educación es «sectario», anuncia que emprenderá movilizaciones en las tres capitales de provincia y estudia ya medidas legales para impugnarlo cuando sea aprobado.

El decreto cuyo borrador tiene ya listo el departamento de Vicent Marzà es «un chantaje que el PP no va a consentir», ha remarcado hoy la portavoz del PP en Les Corts, Isabel Bonig, junto a la responsable de Educación de su grupo parlamentario, Beatriz Gascó, en declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara.

El plan avanzado ayer muestra el «rodillo ideológico» de la izquierda, según Bonig, quien ha reprochado al president de la Generalitat, Ximo Puig, y a la vicepresidenta, Mónica Oltra, que permitan al conseller «imponer un modelo de inmersión lingüística» que considera «totalmente sectario y de adoctrinamiento».

A su juicio, el decreto supone además un «chantaje» a las familias y al profesorado y ha advertido de que «establecer la inmersión lingüística en educación infantil en las zonas castellanohablantes es una imposición», lo mismo que «dar a los padres la oportunidad de que si quieren que se certifique buen nivel de inglés tienen que optar por el valenciano».

Ha alertado además de que el decreto «resta oportunidades a los hijos de escuelas públicas» y ha lamentado que el anuncio del president de la apuesta del Consell por un «pacto por la educación» sean «palabras que se lleva el viento» con este decreto.

Por su parte, Beatriz Gascó ha asegurado que con este decreto las familias «pierden la posibilidad de elegir» y solo aporta «sectarismo, resta muchas libertades y desde el punto de vista técnico va a imponer a los alumnos el valenciano si quieren ser competitivos con el inglés el día de mañana».

Ciudadanos

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El portavoz de Ciudadanos, Alexis Marí, ha mostrado la preocupación de su grupo por la posibilidad de que el nuevo decreto sea «un sistema camuflado de inmersión lingüística en un solo idioma», y ha pedido una reunión con Marzà para que explique todos los puntos del mismo.

El conseller «tiene que aclarar si apuesta por un sistema plurilingüe como ofreció Ciudadanos, en un porcentaje del 33-33-33 por ciento (de cada idioma)», porque entonces «podemos ir de la mano», ha señalado Marí.

No obstante, «si lo que pretende es disfrazar eso para penalizar a la gente que utiliza el castellano diciendo que va a potenciar el aprendizaje del inglés a aquellos que utilicen más el valenciano, no nos vamos a encontrar», ha advertido.

Por su parte, los grupos parlamentarios que sustentan el Consell -PSPV, Compromís y Podemos- han felicitado este futuro decreto, que según el portavoz socialista, Manolo Mata, supone «por primera vez en la historia» desde la transferencia de Educación a la Comunitat «una apuesta por el plurilingüismo».

«Nunca se ha dado más libertad a los padres y a los centros para escoger qué es lo que quieren sus hijos», ha defendido Mata, quien ha asegurado que el decreto «devuelve a los padres la libertad educativa» y «va a acabar con tener que pagar academias en inglés o valenciano» para obtener una titulación oficial en estos idiomas.

Desde Compromís, Josep Nadal ha asegurado que este decreto abre «un tiempo nuevo» y de modernización del sistema educativo, mientras que Sandra Mínguez (Podemos) ha destacado que respeta las distintas zonas geográficas y la autonomía a los centros aunque su grupo discrepa de que en la escuela concertada sea el centro el que elija y no los padres.

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