La Real Academia de las Ciencias Sueca dará a conocer la próxima semana los Premios Nobel 2016 y Francisco Juan Martínez Mojica, profesor del departamento de Fisología, Genética y Microbiología de la Universidad de Alicante, «es el científico español que más cerca está de que le puedan otorgar uno».
Así lo ha señalado Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología (del CSIC), que junto a su grupo de investigación fue el primero en España en implementar en animales la tecnología CRISPR-Cas9, que permite editar genomas de manera sencilla y precisa, y manipular el ADN de plantas, animales y humanos.
Esta herramienta molecular está inspirada en un descubrimiento hecho por Mojica en bacterias. Hoy, en el congreso de biotecnología Biospain 2016 (Barakaldo), Montoliu y Mojica, entre otros, han hablado de esta técnica, que la revista Science la declaró en 2015 como el descubrimiento científico de 2015 y por la que las bioquímicas Emmanuelle Charpentier (Francia) y Jennifer Doudna (EEUU) obtuvieron el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2015.
El trabajo de estas investigadoras, inspirado en la defensa inmunitaria de las bacterias ante los virus (Mojica), abre una gran esperanza a la terapia génica y al tratamiento de enfermedades, como el cáncer, la fibrosis quística o el Síndrome de Inmunodeficiencia Severa Combinada (la enfermedad de los conocidos como niños burbuja), entre otras, señaló el jurado de los premios en su día.
Según Montoliu, que investiga enfermedades raras, Mojica está nominado para el Nobel de Medicina y «ahí va a tener una oportunidad» (en las quinielas de los premios también aparecen Charpentier y Doudna).
«Sin su análisis inicial nadie hubiera podido seguir. Hoy hay que atribuirle ese momento ‘eureka’ que es el que puso a caminar todo lo que ocurrió después: él descubrió las CRISPR y las denominó así», señala Montoliu, quien afirma que todo el mundo usa esta técnica.
Este científico ha detallado que gracias a la misma son capaces, en su laboratorio, de crear modelos animales con distintas mutaciones genéticas -a la vez- de manera más eficaz y rápida.
Juan C. Ramírez, de ViveBiotech, también en el debate, ha coincidido con Montoliu en que Mojica se merece un nobel, «no por español, sino por lo que ha hecho y sentar las bases de la técnica».
El comité de los nobel invita a instituciones y a personas en particular a presentar candidaturas. Desde el Instituto de Neurociencias de Alicante se empezó a mover la de Mojica desde enero y lo pusieron en conocimiento de la secretaría de Estado de I+D+i y otras instituciones, detallan a Efe fuentes del centro alicantino.
Preguntado Mojica por los periodistas, ha recordado la «posibilidad remota», y sobre el apoyo institucional a sus investigaciones -en su día la administración rechazó financiarle- ha dicho: «parece que se intuye algo desde hace un par de años».
«No sé si es por las posibilidades del nobel o por lo que sea, pero claramente hay apoyo».
Hay programados dos ensayos clínicos con esta técnica, en EEUU y China: «yo entiendo que si lo están haciendo es por que se puede».
La técnica es mejorable en el sentido de que puede haber «efectos colaterales no deseados. Hay que estar absolutamente seguro de que modificas solo lo que quieres modificar», según Mojica, quien no obstante ha apuntado que si se hacen ensayos es por que pueden.