Después de más de 5 años de incrementos salariales (desajustados e insuficientes para cubrir al menos la tasa de inflación), las plantillas de más de 460 centros de trabajo de la provincia y del conjunto del Estado, están llamados los próximos 25 y 26 de octubre y 7 y 8 de noviembre a secundar la huelga para defender la vigencia y eficacia general del convenio colectivo.
El convenio colectivo de artes gráficas, manipulados del papel y cartón, editoriales e industrias auxiliares, es uno de los convenios colectivos de ámbito nacional más importantes, no sólo por su relevancia industrial sino también por su aportación al PIB del conjunto del Estado y de la propia Comunidad Valenciana. Es además unos de los convenios colectivos tradicionales más históricos, ya que arranca en la década de los años 60. En la provincia de Alicante es un sector cuyo volumen de facturación alcanza los 594.103 miles de euros.
Desde enero de 2017, los trabajadores representantes de CCOO y UGT en la mesa de negociación, están intentando plasmar un acuerdo con las patronales del sector FEIGRAF y AFCO, en el que se plasme la revitalización de la economía española y valenciana, y que ese crecimiento pueda distribuirse entre los trabajadores a través de sustanciales incrementos salariales. Hemos de recordar, que desde el año 2012 hasta el año 2016, el aumento salarial del convenio se ha situado en un 1,4% de los cuales, 3 años y medio, los salarios han estado sin incremento alguno (0%).
En el mismo período, la tasa final de inflación se ha situado en el 4,8%, empobreciendo los salarios y su capacidad de consumo, al no poder alcanzar ni siquiera, la inflación real. Mientras los empresarios recuperan a través de la fijación de los precios de bienes y servicios, sus incrementos de capital, a los trabajadores/as de gráficas se les niega esa posibilidad.
Otro elemento a responsabilizar de la situación actual en la ruptura de las negociaciones, es la actitud acomodaticia y caprichosa de la patronal negociante, que aprovechando los diabólicos efectos de la reforma laboral aprobada por la mayoría absoluta del PP, en cuanto la perdida de eficacia y desaparición del texto una vez agotado el plazo máximo de negociación de 18 meses, está suponiendo una tensión y presión añadida que desencadena efectos perversos, que podría dejar sin cobertura de norma de derechos a cientos de miles de trabajadores en España.
De esta tensión la patronal es conocedora y de ella se aprovecha para hacer ajustes, a través de situar los salarios como el factor a “rebajar” y así ganar competitividad empresarial, empobreciendo los salarios y condiciones de los/as trabajadores. Y todo esto en un momento en el que las empresas reconocen la evolución favorable con crecimientos de resultados de explotación del 3%.
Las cientos de asambleas de trabajadores/as hechas hasta el momento, transmiten el cansancio de los trabajadores ante esta actitud patronal y avalan con contundencia y firmeza, la necesidad de paralizar la producción para recuperar salarios y derechos, porque son los trabajadores los que saben que si se quiere un convenio, hay que defenderlo con la Huelga.
