Ha llegado el día que todos los socios de Aviana esperan: La primera salida de la nueva temporada.
Como es nuestra costumbre, a las 8 de la mañana en los Salesianos, con muchas ganas de iniciar un nuevo ciclo de excursiones por nuestro entorno. Como primer día, aparte de ser una jornada de senderismo, se reparte la información acerca de todas las salidas de este año.
En esta ocasión el primer contacto con la montaña ha sido por parajes de nuestra vecina población de Biar. Dejamos los coche en la ermita de los Santos de la Piedra “Abdón y Senén” (mandada construir por Jaime I en la segunda mitad del siglo XIII.), desde allí, bajamos a la rambla, a la altura del Acueducto ojival (siglo XV), para seguir ascendiendo por ella, ya que se podía transitar por su cauce, debido a la última actuación de desbroce llevada a cabo. Lo primero que nos llamó la atención es la cantidad de setas (Agrocybe aegerita) que debido a las recientes aunque débiles lluvias había en los troncos de los chopos.
El primer objetivo era recorrer la rambla de los molinos, siguiendo parte de la acequia real y parte por el cauce para ver los restos de los antiguos molinos harineros que aprovechaban sus aguas.
“En La rambla “Dels Molins”, que es la más larga y la de mayor volumen se encuentran multitud de minados, fuentes y afloramientos de agua, que actualmente están en su mayoría secos. Uno de los minados más importantes, es el “Cap del Aigua” que con dos brazos y por medio de la acequia “Real” – hermoso ejemplo de ingeniería del agua – llevaba sus aguas al pueblo.
En el camino y con sus aguas, llegaron a funcionar una serie de molinos harineros, e hidroeléctricos (las primeras informaciones datan del siglo XIV) de los que hoy desgraciadamente solo quedan ruinas, posteriormente el agua era aprovechada para regar la huerta.”
El primer molino que nos encontramos es el de “Matafam o Batà, posteriormente convertido en fábrica de telares, y actualmente en restauración para seguir con el Molino de la Bassa Nova o de Ginés, el Molino del “Tío Comaro” , el mejor conservado, hasta que fue destruido en los años 60, y cuyos escombros sirvieron para arreglar el camino de Benasait, que pasaba junto a él, el de “La Almoina” “ del medio”, Del Tío Sequillero,” o “ del Boticari”, y por último el del de “Tío Carboner” o “Tío Mescla” , haciendo parte del recorrido por la antigua, ya en claro deterioro, acequia, que los abastecía de caudal.
Juntos a los molinos y durante el recorrido se pudieron ver otras construcciones asociadas al aprovechamiento de las aguas, en tiempos en que éstas eran mucho más abundantes:
La fuente de la Guerra o del Moro, la “Font del gat”, la “Bassa de Ginés Pérez”,
“El Bassonet”, La “Bassa Nova” o del Abanico, el minado de “San Cristóbal”, que se junta con el del “Cap de Aigua” así como restos de antiguas acequia.
Después de hacer un alto en el camino, en el molino del “Tío Mescla”, para almorzar, la ruta cambió completamente de paisaje, tomando una senda que en suave ascenso y que entre un bosque denso de pinos nos llevó hasta el camino de Benasait, para posteriormente dejando éste a la izquierda, continuar por otra, hasta la “Cova Negra “. Desde allí y pasando por encima de el área recreativa de las “Lomas de Jara” continuamos hasta nuestro punto de partida en la ermita de los Santos de la Piedra.
En definitiva, un buen recorrido (unos 10 Km.), variado, sencillo, en un cálido y buen día de comienzo de otoño, perfecto para un primer contacto con la naturaleza y con los compañeros y amigos de Aviana ( 57 ), donde se pudo comprobar que el “espíritu” de Aviana sigue vivo un año más.