Estos dos macacos de Berbería vienen de Francia tras ser decomisados por las autoridades francesas y el trabajo realizado por nuestros socios 30 Million d’Amis para poderlos traer hasta Primadomus.
El caso de Liv, la hembra, es muy triste pues ha vivido 15 años en completa soledad en una pequeña jaula. Cuando los animales han pasado tanto tiempo sin contacto con sus congéneres sus habilidades sociales suelen estar muy mermadas con lo que es posible que le cueste comenzar a compartir su vida con otros compañeros.
Pero hay precedentes y esperanza, pues animales más mayores han llegado a nuestras manos y han acabado viviendo plenamente integrados en un grupo social.
Sami, sin embargo tiene poco más de 6 meses, es un bebé al que esperamos poder dar un padre o una madre adoptivos a la mayor brevedad posible.
Los macacos de Berbería son de los pocos primates donde machos y hembras del grupo realizan cuidado parental, aunque las crías no sean propias. Con lo que confiamos en que alguno de los macacos de Berbería rescatados previamente sea capaz de adoptarle y que pronto esté integrado en un grupo.
Este pequeño apareció tras una inspección policial en París debido a un robo. Estaba muy asustado mostrando su terror llorando y llamando desesperado a su madre u otros miembros de su especie.