El
Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Pinoso ha acometido
durante esta semana la tala de un total de 25 olmos en el humedal del
Prado, una decena de ellos de gran porte, después de detectar que
estaban afectados por grafiosis, una enfermedad producida por un
hongo que ataca al sistema vascular del árbol provocando su muerte.

La
actuación, tal y como se exige en estos casos, ha sido muy rápida.
El lunes se detectó y el martes ya se estaba actuando con el
objetivo de evitar que la enfermedad se contagie a otros ejemplares
de la zona. “Hemos actuado con gran celeridad según ha aconsejado
el técnico tras consultar con expertos en este tipo de plagas”,
asegura la concejala de Medio Ambiente, Silvia Verdú, quien lamenta
que haya sido necesario llegar a cortar los árboles. “Tal y como
estaban los ejemplares afectados, la tala era la única posibilidad
de intentar atajar la enfermedad evitando su propagación, que es la
prioridad, pues los tratamientos existentes no son demasiado
efectivos y nos arriesgábamos a que el hongo continuase
expandiéndose con rapidez”, comenta Verdú.

El
Área de Medio Ambiente ha puesto en conocimiento de este hecho al
Servicio Forestal de la Conselleria, por ello, la próxima semana,
técnicos de VAERSA visitarán la zona para valorar el alcance de la
infección. El técnico municipal, José Carlos Monzó, alerta de la
virulencia de esta enfermedad provocada por un insecto que perfora el
tronco, transmitiendo un hongo que produce la obstrucción de los
vasos conductores del olmo y el envenenamiento de las hojas,
provocando que comience a secarse de arriba abajo, hasta que muere.

RÁPIDA
EXPANSIÓN

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“La
expansión de la enfermedad ha sido muy rápida. En cuestión de 10
días ha pasado de no haber ninguno afectado a ver más de 20
ejemplares con síntomas”, dice el técnico que aunque desea que la
actuación de urgencia realizada sea efectiva, no es demasiado
optimista al respecto. “Además de la rápida expansión, el
problema es que el hongo también se transmite por las raíces pues
muchos están unidos por ellas, por tanto, si la enfermedad ya está
en las raíces será muy complicado detenerla”, explica Monzó.

“Tras
la actuación sólo podemos esperar a ver cómo evolucionan. Si
este verano empiezan a secarse más olmos ya no hay nada que hacer.
Si aguantan habrá una esperanza de que lleguen a la primavera sin
haber dado signos de enfermedad”, concluye el técnico.

Los
ejemplares afectados por grafiosis que han sido talados están
localizados en la segunda de las olmedas que se encuentran en el
cauce del Prado, la más cercana a la balsa del fartet. Los restos
han sido trasladados a un vertedero autorizado para que sean
eliminados y evitar así la propagación del hongo que provoca la
enfermedad.

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