Despiertas por la madrugada sobre las 3:00 pero no puedes moverte, te
percatas que alguien te observa e incluso te agarran, sientes miedo e
intentas con todas tus fuerzas zafarte pero sin buenos resultados.
Piensas que incluso puedes que te estés muriendo. Permíteme decirte que
lo que acabas de sentir es lo que se denomina Parálisis del sueño.
Es
una parasomnia que transcurre en la fase de vigilia, en resumen, para
la medicina es que se solapa sueño con realidad. Se dice que un 40% de
las personas las ha llegado a sufrir alguna vez en su vida. Durante la
fase REM el cerebro segrega una sustancia donde nos paraliza el cuerpo
para no hacernos daño físico mientras soñamos, es algo totalmente
natural.
¿Pero y si vamos más allá? Existen personas
que llegan a ver algo más, y no me refiero a simple sombras o sonidos,
me refiero a seres extraños sacados de propias películas de terror,
demonios amenazantes, monstruos con sed de venganza, seres
inimaginables.
«SERES DEL BAJO ASTRAL»
Para
la ciencia ocultista existen varios planos dimensionales, en este caso
el bajo astral es donde viven demonios y seres malignos, digamos que
cuando dormimos cambiamos de dimensión cayendo durante un viaje astral
«accidentalmente» en este plano cuyo seres están ahí.
«BESTIARIO»
Durante
todos estos años he ido recopilando a todos estos seres y a modo de
bestiario os iré contando por capítulos a cada uno de ellos y su «modus
operandi»
Os adjunto el primer capítulo:
CAPÍTULO 1 – «DEMONIO ROJO»
Mi primera experiencia sucedió hace
muchos años (ni siquiera recuerdo la edad que tenía). Me fui a dormir,
como cada noche, cuando de repente, en un momento determinado, me di
cuenta de que mi cuerpo estaba paralizado. Solo podía abrir los ojos, mi
habitación estaba ahí, como siempre, pero algo inusual acechaba en la
misma. Era un ser enorme, de piel rojiza, con cuernos, que destilaba
maldad por todo su robusto ser. Sentí un pánico como nunca antes había
sentido. No podía creer lo que estaba viendo, pero aquello era lo más
parecido a lo que yo conocía como un demonio. Aquélla cosa parecía estar
hablando en un idioma desconocido, levitando encima de mí, con una voz
muy profunda y fuerte. De fondo, se escuchaban lamentos, llantos, como
si hubiera mucha gente pasándolo mal en algún lugar. Cerré los ojos y
solo podía pensar en que aquel ser se fuera de allí y me dejara en paz.
De algún modo mi súplica surtió efecto, y aquello desapareció, desperté y
pude mover mi cuerpo, pero la sensación que dejó en mí fue como si se
hubiera llevado parte de mi aliento y mi energía…
