El Museo Etnográfico Municipal de Biar tiene como finalidad recopilar, recuperar, conservar, investigar y divulgar el patrimonio cultural, las tradiciones, la artesanía, las costumbres y los oficios tradicionales de la localidad.
Para conservar y divulgar la memoria cultural de la villa, el museo de divide en varias salas y en cada una de ellas se expone una temática.
Entre estos oficios destaca la alfarería y la cerámica, dos de las actividades por las que Biar es más conocido. También podemos encontrar otras actividades como la elaboración de esparto, alpargatas, turrón o tejas, así como aperos de labranza.
El museo se divide en tres plantas, once salas distribuidas por apartados en las que se exponen de forma temática los numerosos fondos artísticos y etnográficos que se conservan en la población y que provienen en su mayoría de donaciones particulares, aunque también hay piezas de propiedad municipal.
El edificio en el que se ubica el museo señorial es del siglo XIX, abrió sus puertas en junio de 1999 y consta de más de mil piezas, una parte de ellas expuestas y otras como fondos museísticos. Los objetos más abundantes son de carácter etnográfico y se clasifican según sus características artísticas y tipológicas.
Este lugar expositivo está adaptado a las nuevas tecnologías y podemos encontrar códigos QR en cada apartado donde hay una explicación resumida de los objetos más significativos, junto a tablets que se presten a la entrada a los visitantes y paneles interpretativos para ayudar a entender durante el recorrido los contenidos del museo.
El horario de visitas es martes a sábado por las tardes de 16 h a 19’30 h y por las mañanas de miércoles a domingo de 10 h a 14 h. Su dirección es la Calle Mayor, 1, esquina Plaza Constitución, en una zona donde confluyen edificios de características singulares. La entrada cuesta un euro.
Entre las dependencias hay apartados dedicados a la música, un apartado dedicado a la historia de la música, a trajes tradicionales, al mundo agrícola, al infantil… así podemos ver un ‘pastador’, una tartana, un telar, trajes tradicionales, un comedor del siglo XIX o una estancia sorpresa final, siempre con la premisa básica de tener su origen en Biar.
Las secciones del museo son las siguientes:
– La cerámica: Esta actividad se remonta a muchos siglos atrás en Biar. Ya en el XVI está documentada la producción alfarera con tejas, orzas, cántaros o botijos. La producción de loza se remonta al siglo XIX.
– El mundo infantil: Podemos encontrar trajes de cristianar o cunas procedentes de distintos estratos sociales, piezas de la infancia a través de los tiempos en una de las secciones que más agrada a los visitantes.
– El mundo agrícola: Arados, trillos, hoces… son alguno de los útiles agrícolas tradicionales que se muestran. El modo de vida de los agricultores, duro, difícil y a la vez desconocido, se refleja en este apartado.
-La elaboración del pan: En una ubicación ideal se recrea la creación del pan con un tradicional ‘pastador’. En esta sección se incluyen desde ‘artesas’ hasta ‘rodetes’.
– Las piezas institucionales: Son elementos relacionados con el mundo político-institucional, como platos petitorios del siglo XV, la vara del ‘batllebiarense’ o alcalde de la vila-real con empuñadura de plata del alcalde con la que acudía a las sesiones del Consell de Valencia en el XVIII.
– La colección pictórica: Numerosos lienzos cuelgan en las paredes del edificio. Destacan las obras del pintor Juan Luna, del siglo XIX, con un gran dominio del óleo en retratos o escenas de temática variada en cuadros algunos de grandes dimensiones.
– Mobiliario: Encontramos una extensa colección de muebles de todos los estamentos sociales, desde los de familias acomodadas hasta más humildes, con lo que se muestran los gustos y las técnicas de fabricación.
– Oficios: Biar siempre ha contado con una tradición artesana que la distingue con oficios como la elaboración de turrón, aceite o miel, además de los ceramistas, labores que se muestran de un modo didáctico.
– Sala de pesas y medidas: Es algo básico en el mundo agrícola y en el mercantil. Medidas de longitud, capacidad y peso, balanzas romanas, de tipo embudo, talegos…
– Sala del agua: La escasez de agua ha llevado a establecer sistemas de conducción, canalizaciones y piezas de cerámicas para su transporte como cántaros o botijos. También se puede ver un documento sobre el pleito entre diferentes poblaciones de la cabecera del Vinalopó.
– Escuela: La educación tiene un apartado que sorprende y emociona. Pupitres, plumas, tinteros, libros, forman un muestrario único de la escuela en tiempos pasados.
– Sala de música: Se pueden observar numerosos instrumentos de diferentes épocas.
– Sala de la indumentaria: Distintos trajes tradicionales de época componen esta zona. En el propio museo se realizan desfiles de vestuarios.
