El pasado 1 de julio se celebraban en el Polideportivo Municipal de Villena las 12 horas de voleibol organizadas por el Club Voleibol Villena y la Fundación Deportiva Municipal. Ágora Deporte las vivió en primera persona, ya que decidimos participar. Sin lugar a dudas nadie imaginaba que este día lúdico, deportivo y festivo se iba a empañar.
¿Cómo puede cambiar la vida de una persona en un fatídico minuto? Fueron los sesenta segundos más largos e inolvidables de los allí presentes. Hasta el momento, este medio no había publicado nada al respecto, ya que fue una especie de pacto, un pacto para no alimentar el morbo y un pacto de caballeros. Pero hace unos días, Saray Gales, la esposa de Alfonso, quiso hacer público lo que sucedió ese fatídico uno de julio.
Alfonso es una persona muy conocida en Villena. Festero, ligado al mundo del teatro, y trabajador de una conocida cadena de supermercados, este joven, que decidió apuntarse a este evento, cayó de repente al suelo. Nuestros rostros cambiaron de repente. Se suspendió la jornada deportiva. Era lo de menos. Únicamente importaba Alfonso.
Como bien decía anteriormente, no quisimos hacer público el incidente, pero, aportamos la visión de Saray, que junto a su hijo de escasos meses, apareció por el recinto deportivo minutos antes de que sucediera todo. Así lo vivió, y así lo expresó en su perfil de una red social:
«El 1 de julio, se paró el corazón de Alfonso, el mío y el de todo aquel que lo aprecia. En un segundo nuestra vida cambió, ya no hay planes, ahora solo vale el minuto. Desde el momento en que Alfonso cayó al suelo, le supliqué que no se fuera, que luchara y lo sigue haciendo. Es un campeón.
Tengo que dar tantas gracias… A todos los que estábais en el polideportivo. A las chicas y chicos que os lanzasteis a hacerle las maniobras RCP. Sé que una de las chicas es Raquel y ya te he dado las gracias, pero a la otra chica y al socorrista no he tenido la oportunidad… GRACIAS. Sin vuestra rapidez y sangre fría Alfonso no estaría luchando.
A todo el equipo del SAMU, y a la Policía Local, muchísimas gracias por vuestra labor y por seguir preocupados por Alfonso. Gracias Cande, ayer me decías que nos llevas en el corazón… Cómo siento haberte conocido en estas circunstancias, con razón Alfonso aprecia tanto a la «yaya».
Y un millón de gracias a vosotros, familiares y amigos que os habéis convertido en mi bastón, en mi paño de lágrimas y en la fuerza que me empuja a transmitirle a Alfonso toda esa energía positiva. Os quiero tanto a todos…Gracias por estar en nuestras vidas.
Veréis que junto a esta publicación hay dos fotos de un documento que hoy (por el día 14 de julio) he presentado en el Ayuntamiento de Villena. En él, expreso mi malestar, puesto que en el polideportivo había un desfibrilador que no nos dejaron utilizar si no había un médico. Dichosas normativas. Y una de las chicas que auxilió a Alfonso tenía la preparación necesaria, y perdimos unos minutos cruciales hasta que finalmente nos dejaron usarlo justo en el momento en que ya se hizo cargo el SAMU de la situación.
Por último, comentar que me he sentido profundamente decepcionada con el concejal de Deportes, la concejal de Policía (quién estaría al tanto de la situación cuando le pasarán las incidencias del fin de semana), y el director de la FDM, pues ninguno de ellos se ha preocupado de descolgar el teléfono e interesarse por la salud de Alfonso (horas más tarde, en su Facebook publicó que el consistorio se había puesto en contacto con ella).
Ojalá que esta desgracia sirva para que en eventos futuros haya medios necesarios para hacer frente a situaciones como estas. Estoy segura que Alfonso seguirá luchando, y aunque ahora no puede, algún día os dará las gracias personalmente, su alma es noble y agradecida. Esta lucha va por ti, mi amor».
Desde Ágora Habla y Ágora Deporte nos unimos al pesar de la familia, y deseamos que Alfonso esté muy pronto en ese acto como es el Contrabando en las fiestas de Moros y Cristianos, esas fiestas que ama tanto, y en su comparsa, la de Andaluces. ¡Mucha fuerza, Alfonso! ¡Mucha fuerza, familia!