El deporte, como en cualquier actividad, además de competir es muy dado a sensibilizarse con la sociedad. Son muchos los deportistas que son embajadores de UNICEF, que visitan hospitales para arrancar una sonrisa a un pequeño enfermo o que donan importantes cantidades de dinero para buenas causas.
Hay un deporte, que por desgracia es muy minoritario en España, que también tiene una manera muy especial de solidarizarse con la causa. Hablamos del rugby, y esa causa es el cáncer. Allá por 2003, en Australia (país donde el rugby es el deporte rey), dos chicos recibieron la noticia de que a un tercer amigo le habían diagnosticado un cáncer de próstata. No podían hacer mucho ante la enfermedad, así que decidieron darle todo su apoyo, y no encontraron mejor manera de hacerlo que dejarse bigote (moustache) durante todo el mes de noviembre.
Poco a poco amigos y conocidos fueron imitando este gesto de apoyo, y en el 2004 se constituyó la fundación Movember. La asociación se ha dedicado desde entonces a promover esta iniciativa con un claro objetivo: recoger fondos para destinar a la investigación de tumores que afectan al hombre (cáncer de próstata y testículos principalmente). Ese año se recogieron alrededor de 40 mil dólares.
Villena cuenta con un equipo de rugby, el Taravi Rugby Club, fruto de la fusión del Tarafa de Aspe y el club villenense. Están compitiendo este año la Tercera División, habiendo disputado hasta la fecha dos encuentros de liga. Ellos también se unen a la causa, y desde principios de noviembre, un bigote adorna su rostro, «y a mucha honra».
Pero la recaudación de dinero no es lo único que persigue la iniciativa. Se trata más de concienciar e informar a los hombres acerca de esta enfermedad. Como explican desde Movember Spain, se trabaja en diversos campos: desde la prevención y entendimiento de los riesgos para la salud que enfrentan los hombres, hasta la mejora de las pruebas clínicas o tratamientos relacionados con el cáncer de próstata y testicular, llevando a cabo programas tanto de concienciación y educación, como de investigación.
Fue una señal de apoyo, de compañerismo, de trabajo en equipo. En el rugby se gana, se pierde y – sobre todo – se celebra con tus compañeros de equipo, pero también con los del equipo rival. No existe otro deporte en el que convivan tales niveles de contacto y exigencia física con el respeto, la camaradería y el reconocimiento a compañeros, contrarios, aficionados y árbitros de una manera tan natural a la par que orgullosa.
Al final del mes se realiza una subasta en la que las damas pujan por conseguir el honor de afeitar el bigote. Lo obtenido en la subasta se dona a la lucha contra el cáncer de próstata. Otra alternativa que se hace es que los jugadores donen una cantidad estipulada por participar en Movember y al final del mes el club lo entregue para la lucha contra esta enfermedad.
En España el fenómeno tiene mucho arraigo desde sus inicios. Uno de los clubes que más se ha volcado con esta iniciativa solidaria es el Ciencias de Sevilla, en el que sus jugadores han participado masivamente publicitando en redes sociales este peculiar fenómeno solidario. El fenómeno se ha expandido a otros deportes. Desde su inicio se han recogido más de 500 millones de euros a costa de los bigotes de los deportistas.
Desde el Taravi Villena Rugby Club han querido hacer llegar este mensaje de apoyo y sensibilidad para una buena causa, que en un deporte mal denominado «duro», apuestan por dejarse ese bigote y de paso recordar a la sociedad que nadie está inmune de padecer esa temida enfermedad.