Con
motivo del Día Internacional del Reciclaje el concejal de Medio
Ambiente ha salido a defender la selección previa en los hogares
para poder incrementar la cantidad de residuos que se recuperan en
las plantas de tratamiento.
El pasado martes se
conmemoró el Día Internacional del Reciclaje y por ello el edil de
Medio Ambiente ha salido al paso de ciertos rumores surgidos sobre la
utilidad de reciclar la basura en los distintos contenedores. Molina
ha sido rotundo “hay que concienciarnos que haciendo una selección
previa en casa, podremos mejorar el porcentaje de recuperación de
residuos”.
Esta afirmación sale a
desmentir que los distintos contenedores de materiales fueran
dirigidos al mismo lugar una vez recogidos. Desde la concejalía de
Medio Ambiente se hace hincapié en la importancia de utilizar: el
contendor azul para el papel y cartón; el amarillo para envases
ligeros y plástico; el verde para el vidrio y el marrón para
residuos orgánicos.
La ciudad de Villena ha
incrementado en 2015 su recogida de papel y cartón, envases ligeros,
ropa y aceite usado, con respecto al año anterior. Aunque las cifras
todavía son bajas con respecto a otros municipios de la comarca,
mucho más concienciados, se nota el incremento en la recuperación
de residuos.
“El
reciclaje selectivo ayuda al medio ambiente y a las arcas municipales
ya que repercute en menos impuestos a la ciudadanía para la recogida
de residuos”, ha indicado el edil. Los distintos contenedores de
materiales seleccionados permite reciclar y poder reutilizar esos
materiales.
Los contenedores
genéricos recogen la basura general y de ellos casi un 75% de lo
recogido es enterrado en las plantas de tratamiento de basuras. Tan
solo de la ciudad de Villena se recogen anualmente 9.300 toneladas de
basuras por lo que reciclar implica que no toda ella sea enterrada.
Por último el concejal
de ha querido destacar la presencia del nuevo contenedor marrón en
las calles. Se trata del contenedor para residuos orgánicos en el
que se deben depositar: los restos de alimentos, comida, posos de
café o restos de infusiones entre otros. “Recogiendo materia
orgánica de forma selectiva se eliminarían muchos problemas de
olores en la ciudad” ha comentado. Esto se debe a que el material
orgánico enterrado en lugar de fermentación produce putrefacción,
lo que provoca malos olores.