Hace muchos años que conozco a José Luis Miñano. La verdad es que cuando éste militaba en el filial del Alicante CF, un servidor informaba del primer equipo en la sección de deportes del diario La Verdad de Alicante. En esa época un grupo de jóvenes futbolistas llamaba a las puertas del éxito. Miñano es uno de ellos, pero como lo están siendo Pedro, que ascendió con el Córdoba a Primera División, o Forte, o Alberto, guardameta.
Todos ellos militaban en el Alicante B, un filial que en la temporada 2008/2009 se clasificó para la disputa del play off de ascenso de Tercera a Segunda División B, categoría en la que militaba el primer equipo. Pese a no poder ascender ya que el Alicante CF seguiría un año más en la categoría de bronce, estos chavales, capitaneados por un técnico joven y con ilusión, Vicente Mir, actual entrenador del Ilicitano, éstos lograron llegar hasta las últimas eliminatorias, donde fueron eliminados.
Fue un año de éxitos para estos chavales que después del paso de los años, cada uno se ha labrado su camino. José Luis Miñano, centrocampista organizador, y con mucho desparpajo, pese a no nacer en Villena, siempre llevará esta localidad en su corazón. Por motivos de trabajo de su padre, era un alto cargo en el cuartel de la Guardia Civil, Miñano vivió cinco «maravillosos» años en esta ciudad. «Villena es un pueblo muy cercano y me hicieron sentir como si hubiera nacido allí», asegura el futbolista que ahora milita en las filas del Hércules CF.
Su padre, Masero y miembro de la Peña El Socarraico, sigue visitando la ciudad en septiembre. Miñano también desfiló durante dos años, «pero por mi profesión lo fui dejando ya que me coincide la pretemporada con los días en que se celebran las fiestas».
Todo esto era cuando el centrocampista nacido en Alicante el 22 de mayo de 1987, militaba en el Alicante CF. En ese club, y gracias al entrenador de la primera plantilla, Nino Lema, tuvo la oportunidad de debutar en Segunda División con tan sólo 19 años, y en un estadio como Anoeta. Recuerdo que le hice una entrevista para La Verdad y Miñano se sentía como un niño con zapatos nuevos. Aún guarda muy buenos recuerdos de su etapa en el Alicante y sobre todo, de Pedro: «En esa época compartí muchos momentos con Pedro, ya que estábamos los dos en el filial y debutamos juntos con el primer equipo y me alegra ver como ha ido triunfando año tras año después de aquel comienzo».
Fue un seis de diciembre de 2008, y el Alicante cayó ante la Real Sociedad por 1-0. Aún recuerda ese día: «Siempre lo tengo presente. Cuando vas siendo consciente de lo que es el fútbol para tí, siempre sueñas con poder jugar en Primera o Segunda División, y para mi ese día fue inolvidable y así lo seguirá siendo».
Pero el fútbol es un deporte de nómadas, y José Luis Miñano tuvo que abandonar el Alicante CF, dejando muchos y muy buenos amigos en Villena. «Sin duda. Es lo más positivo de haberme ido de Villena, la cantidad de amistades que tengo y que de vez en cuando me sigo reuniendo con algunos de ellos».
El Valencia llamó a la puerta, y Miñano no se lo pensó. En verano de 2009 cambiaba los aires alicantinos por los valencianos. En el filial tuvo la ocasión de seguir formándose como futbolista. Incluso llegó a ejercitarse con el primer equipo, aunque él defendió la elástica del Mestalla. Miñano sabe que parte de culpa de que fichara por el filial valencianista fue su gran temporada en el Alicante, donde jugó cuatro partidos en Segunda División, pese a tener ficha del filial de Tercera. » Yo estaba jugando en el filial del Alicante en Tercera, y poder debutar en Segunda fue un impulso muy grande para que pudiera firmar por un club tan grande como el Valencia», declara el mediocentro.
Las cosas no le fueron del todo bien a Miñano en el Valencia, y a partir de ahí ha militado en clubes como Ilicitano, Huracán de Valencia, Torpedo Zhodino (Bielorrusia) y Hércules. «Cuando empecé en esto del fútbol nunca pensé que iba a llegar a esta edad y haber pasado por tantos equipos pero bueno… Creo que eso me ha hecho crecer como futbolista y como persona a la vez», asegura.
Uno siempre se ha preguntado cómo puede vivir un futbolista en un país como Bielorrusia, y en un equipo prácticamente desconocido, pero Miñano quiso probar esta experiencia: «Fue una gran experiencia. Me propusieron irme allí a probar fortuna y no me arrepiento. Creo que el haber jugado allí durante un año me ha ayudado a poder estar en un club como el Hércules».
Y ahora, lo que son las cosas y el destino, ha regresado a la misma ciudad de donde salió, aunque con un club como el Hércules que requiere unos compromisos extras. «Es una presión lógica. El Hércules no es un equipo de Segunda B, tanto por entidad como por ciudad. Y por diferentes motivos se ha visto en esta situación, pero estoy seguro de que será temporal», asevera el villenense de adopción.
Miñano ha pasado por muchos equipos y vestuarios, y se ha encontrado con grandes jugadores como compañeros. ¿De cuáles guarda mejor recuerdo? «Tuve la suerte de poder compartir vestuario con gente como Francisco, actual entrenador del Almería, Tito, todo un mítico en el fútbol profesional o Rubiales, que ahora es el Presidente de la AFE. Aunque hubieron muchos más con los que fue un privilegio poder compartir vestuario».
Pero volviendo a Villena, a la que fue su ciudad durante cinco años, Miñano asegura que la ciudad se merece un equipo en una categoría superior. «Villena es un pueblo donde se vive mucho el fútbol y soy consciente de que en todos los partidos de casa va mucha gente a animarlos y creo que sería un plus de motivación en general que estuvieran en una o dos categorías más», declara el futbolista, que antes de despedirse manda este mensaje a todos sus amigos y conocidos: «Todas las palabras de agradecimiento a mis amigos villeneros siempre es poca, ya que siempre me han demostrado su lealtad, año tras año, haya estado en la categoría o en la ciudad que fuese». Mucha suerte en tu nueva etapa y ojalá logres un ascenso con el Hércules a Segunda División.