El
presupuesto municipal es un documento que recoge la previsión de
gastos e ingresos que se presupone se realizarán durante un año. Es
el documento en el que se traducen las prioridades políticas de los
gobiernos al establecer en qué se gasta, en qué cantidad y cómo se
financia ese gasto (ingresos). Por lo
tanto, es el documento central de la vida política de una
administración local.
Estos
días estamos viendo como se negocian los presupuestos nacionales-
que España, por cierto, va a convertirse en la primera democracia
cuyos presupuestos se negocien en una cárcel y con prófugos de la
justicia gracias a PSOE y Podemos- para el año 2019. Se comienzan a
negociar ahora porque tiene que aprobarse con la suficiente
antelación ya que su vigencia comienza el día 1 de enero y se
extiende hasta el 31 de diciembre, dado el principio de anualidad que
rige sobre ellos.
Pues
bien, pese a que todas las administraciones, instituciones,
organismos, empresas, etc. están pensando ya en el futuro y
preparando los primeros borradores de los presupuestos del año 2019,
en Villena todavía no se han aprobado
los presupuestos de 2018- sí, leen
bien: los de 2018 que tienen vigencia del día 1 de enero al 31 de
diciembre de 2018- y, según ha manifestado el alcalde en varias
ocasiones, la intención del equipo de gobierno es aprobar los
presupuestos antes de finalizar el año; incluso llegó a anunciar
que se aprobarían en octubre.
Sin
embargo, este Pleno Municipal no lleva en el orden del día los
presupuestos de nuevo, y desde el Partido Popular se le preguntó en
la Comisión de Hacienda y Personal a la concejala de hacienda, Mari
Carmen García, cuándo pensaba presentar los presupuestos. Su
respuesta: decir que no puede decir nada
y que no lo saben porque uno de los funcionarios del Ayuntamiento ha
estado malo en Septiembre y no se ha podido avanzar nada.
Pasaba palabra la concejala de hacienda. Otra excusa más, porque los
presupuestos no deberían haberse aprobado en septiembre, sino en
diciembre del año 2017. Como decíamos antes, en los presupuestos se
traducen las prioridades políticas de inversión y funcionamiento de
una ciudad, pero con estas declaraciones parece que la falta de ideas
de los Verdes deriva en que son en los técnicos municipales en
quienes dejan la responsabilidad de elegir sus prioridades políticas
para poder seguir echando balones fuera de su falta de gestión pese
a tener una mayoría absoluta.
Y este
último dato no es baladí. Tener una mayoría absoluta significa que
puedes aplicar tu programa y tus ideas sin que la oposición pueda
bloquearlo. No es lo mismo que un gobierno en minoría en el que no
tienes capacidad de sacarlo adelante por ti solo sin negociar. Y los
Verdes han demostrado ya, que ni con una mayoría absoluta han sido
capaces de gestionar el Ayuntamiento de Villena con éxito, actuando
de forma opaca y convirtiéndose en todo aquello que siempre han
criticado.
Aprobar
en el mes de noviembre los presupuestos del 2018 supondría que
entrarían en vigor en diciembre prácticamente, y estarían vigor un
mes porque el día 1 de enero se prorrogarían estos presupuestos
para 2019 con las limitaciones que de ello se derivan, por lo que
esperamos que se olviden de los presupuestos de 2018, reconozcan que
han sido incapaces de sacarlos adelante, y piensen ya en los de 2019
para evitar estar un año más obligados a dirigir el Ayuntamiento
con un presupuesto prorrogado, a pesar de su mayoría absoluta.
