Durante el transcurso del
Pleno Municipal celebrado el día 27 de diciembre de 2018, el
portavoz del Partido Popular, Miguel Ángel salguero, daba a conocer
un dato alarmante: los Verdes no han ejecutado ni el 60% del
presupuesto municipal prorrogado para el año 2018.
¿Qué significa esto?
Que ha habido varios millones de euros que el Ayuntamiento
directamente no ha invertido en nuestra ciudad, a pesar de las
acuciantes necesidades que tiene Villena, y que pasan directamente al
remanente de tesorería y a engrosar el superávit municipal,
mientras nuestras calles están más sucias que nunca, los edificios
municipales están en estado ruinoso, hay muchas calles por asfaltar,
la segunda fase del conservatorio por terminar, así como finalizar
la Rambla el Conejo, plazas por remodelar, políticas que incentivar,
sociales, deportivas, culturales, de ocio y especialmente económicas
y comerciales que generen oportunidades en nuestra ciudad, etc.
El total de gasto ha sido
del 59.84%. Lo que puede corresponder a gastos de personal, gasto
corriente y poco más. El porcentaje ejecutado del capítulo 6, de
inversiones reales, ha sido del 10,89%.
Se podría entender esta
situación en una ciudad que tiene todas sus necesidades cubiertas
pero no en Villena que, como decimos, hay mucho trabajo por hacer.
Las ciudades de nuestro entorno están creciendo y avanzando a un
ritmo superior al que lo hace Villena desde hace 8 años, y eso pone
en peligro nuestro futuro.
Esta es la forma de
conseguir superávit por parte de los verdes, no ejecutando
proyectos, y no invirtiendo el dinero de nuestra ciudad. Pero Villena
necesita movimiento, crecimiento, inversión, estímulo, futuro.
Además de esto, el
presupuesto para el año 2019 tampoco se ha aprobado en el último
pleno del año porque ni siquiera lo han presentado los Verdes, salvo
un primer borrador, por lo que se va a prorrogar la prórroga de los
presupuestos del año 2017, pese a que los Verdes tienen mayoría
absoluta y pueden hacer lo que quieran sin necesidad de contar con el
resto de partidos para aplicar su programa y su proyecto de ciudad.
Pero claro, si no tienen proyecto de ciudad, ¿cuál van a aplicar?
Otro fracaso de gestión
municipal de estos últimos años, que reconocía el alcalde en el
Pleno que ni siquiera “han podido aplicar sus políticas verdes”.
Por no decir “no han sabido”. ¿Cuánto más quieren que
esperemos? Después de ocho años, no se puede seguir confiando y
esperando. Hace falta cambio.