Ante el aumento de casos de Covid-19 y los inconvenientes y, en ocasiones, dificultades, que supone tener que cuidar a un enfermo en casa aislado en una habitación,
desde el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat
Valenciana (CODiNuCoVa) han querido ofrecer a la población una serie de pautas y consejos para evitar casos de desnutrición en estos pacientes,
puesto que en ocasiones el aislamiento supera los 10 días al acumular
resultados positivos y mantener carga vírica que impide volver a hacer
vida normal. «En el caso de aquellas personas enfermas que sí padecen
síntomas y que estos les estén impidiendo comer como lo hacen de manera
habitual o que incluso les hayan provocado una falta el apetito, es
importante estar vigilantes respecto a los alimentos que ingieren y su
calidad, así como a los líquidos para evitar casos de deshidratación y
desnutrición», apunta Rafael Birlanga, vicepresidente del CODiNuCoVa.
Y es que, uno de los síntomas del coronavirus es la pérdida de olfato y de gusto
y, en consecuencia, la reducción de las ganas de comer, al desaparecer
totalmente los estímulos que provienen de estos sentidos. «En caso de
falta de apetito, bien por pérdida de gusto y olfato o también debido al
cansancio o la tristeza, es importante realizar comidas frecuentes, de 4
a 6 al día, y poco copiosas. Lo ideal es preparar comidas sencillas con
alta densidad nutricional y en poco volumen», apunta Victoria Martínez,
dietista-nutricionista.
En momentos de enfermedad en que los síntomas no son graves, desde el
CODiNuCoVa señalan que se debe buscar en todo momento alimentos de
calidad: es decir, aquellos que aportan vitaminas y minerales, como las
verduras, los de origen proteico, como las legumbres o los pescados
azules ricos en omega 3, huevo y carnes magras, y grasas de calidad como
el aceite de oliva o el aguacate, huyendo de productos ultraprocesados.
«Intentaremos ofrecer, en la medida de lo posible platos apetecibles a
la vista y al oído como elaboraciones coloridas y alimentos crujientes
mientras no se recuperen los otros dos sentidos, para no disminuir las
ingestas y, por tanto, nuestras reservas de nutrientes», señala Rafael
Birlanga.
Los nutricionistas advierten que es importante prestar atención a la hidratación
de estos enfermos. «Si tenemos episodios de tos o dificultad
respiratoria, o mucosidad o fiebre, donde perdemos agua a través de la
sudoración, el agua debe ser ofrecida continuamente, a pequeños tragos
durante todo el día. Si con el frío tenemos menos apetencia podemos
sustituirla por tés o infusiones», apunta Birlanga.
Cribados nutricionales, una asignatura pendiente
Desde el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana se insiste en la necesidad de incluir a los dietistas-nutricionistas
dentro de los circuitos de salud hospitalarios y en Atención Primaria
como el profesional de referencia en temas de alimentación y Nutrición y
en la importancia de realizar cribados en los hospitales para detectar
la desnutrición de los pacientes. «Algunos estudios apuntan a la
relación de obesidad como un peor pronóstico de la Covid-19. Una menor
capacidad respiratoria, peor ventilación pulmonar o un estadio de
inflamación constante que altera el sistema inmune pueden ser algunos de
los factores contraproducentes para afrontar la infección provocada por
el SARS-CoV-2», explica Victoria Martínez. «La malnutrición por exceso o
por defecto se ha revelado imprescindible en un mejor pronóstico o
respuesta de los pacientes con coronavirus. Sin embargo, en España no
cuenta con dietistas-nutricionistas en los hospitales públicos».