Desde
hoy jueves, y hasta el próximo sábado, se disputa en las
instalaciones del
Real
Club Náutico de Tenerife (RCNT)

el
Campeonato
de España Sub’22, dentro de las modalidades de Paleta Goma y
Olímpica masculina y femenina

de Frontenis, donde habrá presencia villenera en la figura de la
jugadora Lídia Simón; bajo las órdenes del seleccionador de
Villena Víctor Manuel Molina.

Completan
el combinado valenciano: Carles
Benito,
Joan
Pascual,
Rubén
Hervàs,
Carlos
Domínguez,
Germán
Escobar,
Cristian
Stanciu,
Sara
Ibáñez,
Andrea
García e Isabel Monzonís.

Como
compañero de Víctor Manuel Molina, hará las veces de seleccionador
Jorge
Castro. Se trata del
campeonato más importante a nivel nacional en esta categoría, y
será un evento de enorme consideración.
Buena suerte a los deportistas de la Comunidad Valenciana, y en
especial a Lídia Simón y Víctor Manuel Molina.

De cómo un día de campeonato se convirtió en un día de sorpresas en el Club Patinaje Villena

Por otro lado, el pasado domingo 7 de abril Santa Cruz de la Zarza (Toledo) fue localizado en el mapa y anfitrión del II Trofeo Nacional Don Quijote de Patinaje Show para el Grupo Show del Club Patinaje Villena, que finalizaba así su temporada de competiciones en esta modalidad con “Tormenta de verano”. Lo que empezó siendo un viaje para acompañar al equipo, terminó convirtiéndose en un buen día para los familiares que disfrutaron de ruta turística con visita subterránea y todo.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Nuestra aventura comenzaba a las 5 de la mañana, todavía con la resaca del sueño y legañas pusimos rumbo a tierras toledanas. A nuestra llegada Ainara, Blanca, Carla, Lara, Laura, Lidia, Nuria y Paula pasaron a probar pista y a ensayar su espectáculo; los acompañantes quedábamos ociosos a la búsqueda del avituallamiento para los componentes de la expedición.

El Pabellón Polideportivo Iñaki Saez estaba a las afueras del pueblo y nos decidimos a preguntar dónde podríamos comer y así fue como nos propusieron una visita turística al pueblo que comenzaba en tan solo una hora. Decidido el lugar de la comida, nos dirigimos al lugar de encuentro. Alguien del grupo comentó que teníamos que entrar en una alcantarilla, no parecía creíble, pero acabamos haciéndolo.

Tras el baño de cultura y tradición, el aperitivo y la comida. Unos bocadillos que parecían demasiado grandes, pero que acabaron siendo devorados por deportistas y acompañantes sin dejar rastro y una buena y distendida charla.

A estas alturas se preguntarán por el resultado del Trofeo, pero eso se lo contaremos otro día pues en este viaje disfrutamos sobretodo del camino, y no de la meta; aunque hemos de reconocer que como siempre ellas lo hicieron muy bien, y la afición sufrió y animó a partes iguales.

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