Desde
numerosas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, queremos expresar
nuestra profunda preocupación por el emergente impacto humanitario
del acuerdo firmado recientemente entre la UE y Turquía para frenar
el flujo de inmigrantes a Europa. Tememos que su aplicación no
socave sólo los derechos internacionales y europeos de los
refugiados, sino también los derechos humanos.

Queremos enfatizar
que todo esfuerzo realizado por la Unión Europea y sus Estados
miembros para hacer frente a esta crisis humanitaria debe cumplir
plenamente con las obligaciones internacionales. Esto implica la
obligación de respetar el derecho de todos los solicitantes de asilo
a poder hacerlo y acceder a procedimientos justos y eficaces para la
determinación del estatuto de refugiado. También se debe garantizar
la protección contra la devolución, incluyendo la «devolución
en cadena», en cualquier circunstancia.

Las
negociaciones políticas sobre las cifras, acuerdos financieros e
intentos de cerrar fronteras, ocultan el apuro y la angustia de miles
de personas vulnerables – hombres, mujeres, padres, madres y niños –
que cada día arriesgan su vida para alcanzar la seguridad en Europa.
Nuestras Sociedades Nacionales de la Cruz Roja opinan que el acuerdo
entre la UE y Turquía refleja una falta de empatía y humanidad,
ignorando la verdadera desesperación que ha llevado a tanta gente a
embarcar en estos viajes tan peligrosos. Basados en nuestra
experiencia podemos decir que las políticas de disuasión y el
cierre de fronteras tienen poco impacto en cuanto a la reducción de
la vulnerabilidad de personas desesperadas. Al contrario, el cierre
de fronteras de forma indiscriminada, y la criminalización de las
migraciones irregulares, tienden a exponer a los más vulnerables,
incluyendo mujeres y niños, a mayores riesgos, tales como la
separación familiar, el abuso sexual, la trata de personas, la
violencia y la muerte. Como hemos visto muchas otras veces, cuando
una frontera se cierra, nuevas rutas se abren rápidamente.

Todos
estos factores, entre otros, han creado una situación catastrófica
de emergencia humanitaria en Grecia. Se trata de una crisis europea
que requiere acciones concretas y auténticas de solidaridad entre
los estados. No se puede esperar que Grecia o Turquía se hagan cargo
ellos solos de todos los inmigrantes que llegan a sus territorios. A
pesar de los esfuerzos de la UE para detener el flujo de inmigrantes
a la República Helénica, unos 1.000 migrantes vulnerables siguen
llegando a las islas griegas cada día. Según el ACNUR, el 28 de
marzo del 2016 se habían registrado ya 164,338 llegadas por mar. Se
estima que cerca de 45.000 personas siguen atrapadas en Grecia en
condiciones deplorables. Como testimonia a diario el personal de la
Cruz Roja Helénica y de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja
desplegados para abordar la situación humanitaria en este país, la
gente está durmiendo en tiendas de campaña, sufriendo temperaturas
bajo cero, con un acceso precario o casi inexistente a la sanidad, la
alimentación, los artículos de primera necesidad y la educación.
Tras la firma del acuerdo entre la UE y Turquía, miles de personas
fueron transportadas de las islas griegas al continente, lo cual ha
provocado confusión y pánico. Es probable que este desplazamiento
exacerbe las ya inestables condiciones humanitarias que enfrentan los
migrantes en el continente.

Garantizar
la seguridad y los estándares de vida dignos a los migrantes en
Grecia y Turquía requiere esfuerzos masivos y concertados de todos
los Estados miembros de la Unión Europea. La contención del flujo
de personas como única medida no resolverá esta crisis humanitaria
– creará otra. Debemos recordar que se trata de las repercusiones
más amplias de conflictos no resueltos y de pobreza extrema, los
cuales requieren soluciones políticas.

Si
bien las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna
Roja continuarán proporcionando asistencia y protección a los
migrantes vulnerables a lo largo de su recorrido migratorio, los
Estados miembros de la UE deben tomar conjuntamente la
responsabilidad de encontrar soluciones sostenibles y humanas.

Ágora Habla con el deporte local y comarcal, siempre en movimiento

Damos
la bienvenida a los compromisos hechos por los Estados miembros de la
UE en aumentar esfuerzos de reasentamiento y reubicación de
migrantes. Dada la magnitud de la situación actual, los compromisos
tienen que ser más abundantes y se deben aplicar urgentemente, en
combinación con otros planes de acción que garanticen el acceso de
los migrantes a la protección, tales como la reagrupación familiar
y la emisión de visas humanitarias. Según nuestra experiencia, más
del 40% de los sirios que llegan a las islas griegas tienen como
objetivo reunirse con familiares que ya están en otros países en la
Unión Europea. Las medidas adoptadas no pueden, en ningún caso y
bajo ninguna circunstancia, ir en detrimento de los refugiados
provenientes de otros países como Afganistán, Irak y Eritrea, que
también están embarcando en travesías marítimas peligrosas en
busca de protección internacional.

Las
Sociedades Nacionales de la Cruz Roja somos conscientes de las
dificultades que esta crisis humanitaria plantea a los gobiernos de
la UE, sin embargo, creemos que los Estados miembros de la UE y las
Sociedades Nacionales de la Cruz Roja deberían afrontar este desafío
juntos. Esperamos más de nuestros gobiernos y estamos dispuestos a
darles todo nuestro apoyo. Por lo tanto, urgimos a la UE a:

  • Mantener
    el acceso para todos los migrantes, independientemente de su
    nacionalidad o estatuto, a la asistencia humanitaria y a la
    protección a lo largo de su ruta migratoria, incluyendo en las
    fronteras y en los “hot spots”.
  • Asegurar
    que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna
    Roja tengan acceso efectivo a todos los migrantes,
    independientemente de su situación legal, para poder prestar
    asistencia y protección, sin ser penalizados.
  • Asegurar
    que todos los solicitantes de asilo tengan el derecho efectivo de
    hacer una petición de refugio y recibir protección en conformidad
    con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los
    Refugiados y la legislación vigente en la UE. Todos los
    solicitantes de asilo deben tener acceso a la asistencia jurídica y
    el derecho a una evaluación individualizada de su candidatura.
  • Crear
    más vías de acceso seguro y legal a Europa, en particular mediante
    el reasentamiento de los migrantes, el proceso de la reunificación
    familiar y la expedición de visas humanitarias. La guerra y los
    desastres a menudo separan a las familias, que se ven obligadas a
    dejar atrás a niños y ancianos. Según el derecho internacional y
    europeo, los Estados miembros de la UE tienen la obligación de
    facilitar la reunión de las familias.
  • Montar
    operaciones dedicadas de búsqueda y rescate en toda la cuenca
    mediterránea y garantizar asistencia a los migrantes en peligro.
  • Dar
    prioridad a la cooperación entre los Estados para asegurar un apoyo
    continuo, seguro y sin obstáculos a las víctimas de conflictos o
    violencia. Se deben encontrar soluciones duraderas para resolver
    este tipo de conflictos, de lo contrario la gente tendrá que
    abandonar sus hogares para garantizar su seguridad y la de su
    familia.

Esta
opinión ha sido respaldada por las siguientes Sociedades Nacionales
de la Cruz Roja:

  • Werner
    Kerschbaum, Secretario General, Cruz Roja Austríaca
  • Pierre Hublet,
    Secretario General, Cruz Roja Belga (Comunidad Francófona)
  • Michael
    Adamson, Director de la Cruz Roja Británica
  • Takis
    Neophytou, Director General , Cruz Roja de Chipre
  • Anders
    Ladekarl, Secretario General, Cruz Roja Danesa
  • Riina Kabi,
    Secretaria General, Cruz Roja Estonia
  • Javier Senent,
    Presidente, Cruz Roja Española
  • Kristiina
    Kumpula, Secretaria General, Cruz Roja Finlandesa
  • Profesor
    Jean-Jacques Eledjam, Presidente, Cruz Roja Francesa
  • Liam O’Dwyer,
    Secretario General, Cruz Roja Irlandesa
  • Francesco
    Rocca, Presidente, Cruz Roja Italiana
  • Uldis Likops,
    Secretario General, Cruz Roja de Letonia
  • Gintarė
    Guzevičiūtė, Secretaria General Interino, Cruz Roja de Lituania
  • Gijs de Vries,
    Director, Cruz Roja Holandesa
  • Asne Havnelid,
    Secretaria General, Cruz Roja Noruega
  • Irena Nečemer,
    vicepresidenta y representante legal, Cruz Roja de Eslovenia
  • Ulrika Årehed
    Kågström, Secretaria General, Cruz Roja Sueca
  • Markus Mader,
    Director, Cruz Roja Suiza
  • Silviu Lefter,
    Director de la Cruz Roja Rumana
  • Zuzana
    Rosiarová Kesegová, Secretaria General, Cruz Roja Eslovaca

Antecedentes:

El
acuerdo entre la UE y la Turquía establece que, por cada Sirio
reenviado a Turquía de las islas griegas, otro refugiado Sirio será
reasentado reenviado de Turquía a la UE. El acuerdo también
establece que todos los nuevos migrantes ‘irregulares’ que dejan
Turquía para viajar a las islas griegas a partir del 20 de marzo
2016 serán devueltos a Turquía. Los costes de estas operaciones de
retorno serán apoyados por la UE.


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