El 22 de febrero se conmemora el Día Europeo por la Igualdad Salarial, una fecha que sirve para poner de manifiesto la diferencia en la remuneración entre mujeres y hombres
CC.OO. ha elaborado un Informe de brecha de género en el salario y las pensiones en el País Valencià, para ello se ha utilizado datos que provienen de la Encuesta Anual de Estructura salarial que publicó el INE en junio de 2022 con datos que hacen referencia al año 2020.
Atajar la desigualdad retributiva y la discriminación salarial ha sido una de las principales reivindicaciones del sindicato. Nos alegra que actualmente esta reclamación forme parte de la agenda social y política, fruto de años de reivindicación.
Esta desigualdad retributiva alcanza todos los sectores económicos y todas las ocupaciones y es la consecuencia económica de la desigual inserción y participación laboral de las mujeres, resultado a la vez de una división sexual del trabajo y una arraigada cultura patriarcal. Además esta desigualdad determina también las brechas tanto en prestaciones como en las pensiones.
En 2020 el salario medio anual bruto de las mujeres valencianas alcanzaba los 20.166 euros, frente a los 25.239 euros de los hombres, lo que supone una diferencia de ganancia salarial de 5.073 euros más al año a favor del sexo masculino. Es decir, la retribución media bruta anual de las mujeres en el País Valencià fue un 20,1% inferior a la de los hombres. Es decir, un punto y medio por encima de la brecha salarial del conjunto del Estado (18,7%), donde las trabajadoras perciben un salario medio de 22.467 euros al año con una diferencia de unos 5.175 euros anuales menos que los hombres (27.643 euros/año).
En términos temporales esta brecha salarial tiene como consecuencia que las valencianas tendrían que trabajar 73 días más al año para que su salario medio anual se equiparse al de los hombres. O lo que es lo mismo, las mujeres del País Valencià dejan de percibir ingresos salariales por trabajar desde el 19 de octubre. De tal forma que, en una jornada de 8 horas al día las mujeres trabajan 1 hora y 36 minutos sin cobrar.
La brecha salarial es un fenómeno complejo donde influyen múltiples causas o factores, que además pueden estar interrelacionados creando un conjunto de influencias que obstaculizan las carretas profesionales de las mujeres, tanto en el acceso, mantenimiento y promoción de la ocupación.
Brecha salarial por tipo de contrato.
La modalidad de contrato es otro de los factores relevantes a la hora de analizar las variables que inciden en la brecha salarial. En este caso, los índices de desigualdad salarial entre mujeres y hombres se disparan cuando se consigue la estabilidad en el empleo, alcanzando el 20,7% en el País Valencià.
Brecha salarial por sector de actividad (segregación ocupacional).
Otra variable de análisis interesante para abordar las diferencias salariales es el sector de actividad en el que se trabaja. En todos los sectores de actividad del País Valencià la ganancia media anual de las mujeres es inferior a la de los hombres. En el sector industrial es donde se sitúan los salarios más elevados, pero también donde se produce la mayor brecha salarial (22,9%), con una diferencia de 6.047 euros a favor del sexo masculino. La brecha en este sector destaca notablemente si se compara con la del conjunto del Estado (18,5%) en el mismo sector de actividad. En el sector servicios también existe desigualdad salarial (20,6%), las mujeres ganan 5.243 euros menos al año, con un salario medio de 20.181 euros anuales frente a los 25.424 euros de los hombres. Respecto al sector de la construcción no se dispone de datos representativos del salario de las mujeres para nuestra comunidad, aunque se puede afirmar que es el sector con menor disparidad salarial de género.
Brecha salarial por edad.
La variable edad marca disparidades salariales entre ambos sexos, y aunque se produce en todas los tramos de edad su incidencia tiene distinta intensidad. En el País Valencià las desigualdades más acusadas se producen en los grupos 45-54 años (23,1%) y 55 y más años (21,8%), periodos en los que la diferencia llega a ser de 6.418 euros y 6.424 euros respectivamente. Entre los más jóvenes existen diferencias salariales, pero son menos acuciantes porque se parte de una situación de precariedad de acceso al mercado de trabajo para ambos sexos. Aún así, los salarios de los menores de 35 años siguen siendo unos 2.606 euros más elevados que el de las mujeres jóvenes. A lo largo de la trayectoria laboral, conforme se incrementa la edad se va aumentando el nivel salarial. Sin embargo, este ascenso es mayor y más constante entre los hombres que entre las mujeres a partir de los 35 años. Entre las causas cabe destacar las interrupciones de la vida profesional de las mujeres por el cuidado de menores y/o personas dependientes, llegando a repercutir gravemente en su remuneración y posterior pensión de jubilación. En este informe aún no es posible analizar la repercusión de la equiparación del permiso por nacimiento que entró en vigor en 2021.
Brecha salarial por tipo de jornada.
En España en 2020, las mujeres que trabajan a tiempo parcial perciben una ganancia media anual de 11.153 euros, mientras que las que lo hacen a jornada completa su salario anual se sitúa en 27.467 euros. Las mujeres con jornada parcial presentan una mayor brecha salarial (12,1%) que las que trabajan a tiempo completo (8,2%).
Brecha de género en el acceso a las pensiones y la protección social.
Las brechas salariales de género no se producen sólo durante la vida activa de las mujeres, sino que se cronifican y se hace extensiva en su trayectoria vital. Por eso la disparidad de ingresos no se trata de una cuestión momentánea o coyuntural, sino que se define por su carácter estructural, a lo largo de toda la vida. El problema es que la igualdad de partida no es real, pues el perfil de inserción y de trayectoria laboral de mujeres y hombres es muy diferente, y determina sus ganancias medias durante su vida laboral pero también cuando salen de ella. Los sueldos de las mujeres son de media más bajos, sus empleos más precarios y sus carreras de cotización más cortas, entre otras cuestiones porque asumen las tareas de cuidado de menores y también de personas dependientes, y eso da como resultado unas prestaciones tras el retiro más inferiores que las de los hombres.
Las mujeres perciben actualmente un 33% menos de pensión media mensual que los hombres, lo que supone 402 euros menos al mes.
En 2020 ha proseguido el descenso gradual de la brecha entre la ganancia salarial de mujeres y hombres en el País Valencià, pero ese descenso es muy paulatino (pasando de un 26,4% en 2012 al 20,1% en 2020), además el impacto de la pandemia de la COVID-19 en 2020 y su repercusión sobre las variables laborales de ese año obligan a mencionar el carácter excepcional/coyuntural de los datos del 2020.
Es oportuno indicar que esta flexión a la baja en la brecha salarial coincide con nuevos avances del salario mínimo interprofesional, que ha pasado de los 736 euros al mes en 2018 a los 1.080 euros en 2023, un incremento de más del 46%, y la apuesta por subir los salarios más bajos de convenios con la firma delIV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (2018-2020) que recogía la subida progresiva del salario mínimo de convenio a los 1.000 euros mensuales antes de finalizar su vigencia. Todo ello ha favorecido a las mujeres por ser las que suelen ocupar las últimas posiciones en la clasificación profesional en los centros de trabajo. Ambas medidas han sido impulsadas por Comisiones Obreras en el ámbito del diálogo social.